LA CRÓNICA
por Josechu Egido
Luz Casal, casi 20 años después, volvió
a hacer grande su repertorio a los pies del Acueducto de Segovia.
El concierto de la
artista gallega nos hizo disfrutar de un repertorio honesto, completo y
mestizo, entre la versión más melódica y conservadora de su discografía de las
últimas décadas, y el más nostálgico y roquero de sus primeros discos de los 80
y primeros 90, para complacer por igual a varias generaciones de fans, y
alejándose de los repertorios para teatros en los que la habíamos visto y
escuchado en los últimos años, y con una actitud e interacción con el público
tan intensa como siempre, con una guiño optimista a las mujeres en la
interpretación de su clásico "No me importa nada", una sobredosis
de nostalgia para el alma de los recuerdos.
En 1996, Luz Casal ofreció
uno de los más grandes conciertos que haya podido ver a los pies del Acueducto.
En aquella época presentaba en directo su recopilatorio "Pequeños
y grandes éxitos" lo que convirtió ese espectáculo en un
enorme karaoke con un marco inmejorable, una entregada Luz con el pelo
larguísimo, embutida en unos ajustadísimos jeans que le proporcionaban una
figura perfecta y una actitud roquera como nunca.
Pues casi 20 años después, la ironía o la
casualidad del destino, hace que Luz venga precedida de otro recopilatorio de
sus grandes canciones "Un Ramo De Rosas" y
su dulce "Almas Gemelas", el pelo a media melena
y , esta vez en vez de Jeans, empezó el concierto con un precioso conjunto de
inspiración 60-70, con una figura envidiable y, me complace decirlo, la misma
actitud del 96: entregada a sus canciones y a un público que supo agradecer su
pasión con elogios, gritos y aplausos.
Hace años que discuto con algunos amigos,
sobre la dificultad de encontrar en vano, en sus últimos discos, el carácter
rabioso e intenso de Luz Casal de otro canto de
rebeldía que diga que "No aguanto más", que se
mire en "Los Ojos del Gato" para
gritar que está "Loca" y "Quiéreme
aunque te duela" o otro "Voy
a por ti", pero la realidad del directo, me hace pensar que la
locura de rock de Luz sigue viva, que lo aguanta muy bien, no necesita más ojos
y voz que la suya, y la verdad es que su música y su peculiar y poderosa forma
de cantar sigue llegando a mi, y no me hace daño seguir queriéndola, y
que la reina del Rock de España sigue siendo admirada y
perseguida por ilustres personajillos dueños de empresas de publicidad que
simulan leer revistas modernas, cuando suelen comprar el ABC.
Hay Luz en este túnel de sombras en la
música, hay mucha Luz para rato...
Muchas más fotos en nuestra web.
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