por Nuria Martínez Hurtado
Alguien
me dijo una vez que a los conciertos de los Planetas se acude con una
incógnita sacra : la expectativa ante una gran noche siempre es
baja, la alegría por verles alta.
No
actuaban en la capital desde el 2012 y el haber elegido la sala But,
aforo pequeño teniendo en cuenta las hordas de seguidores que
agotaron las entradas a escasas horas de salir a la venta, no hacía
más que presagiar una experiencia “íntima y personal”.
Había
ganas de los Planetas, MUCHAS.
La
nave nodriza aterrizaba con los acordes de Los
Poetas y con un comandante general, Jota, a un lado del escenario como si
quisiera ceder protagonismo y pasar “inútilmente” desapercibido.
Las
guitarras alucinógenas de Florent y la batería de Eric abrieron la
caja de los truenos a golpe de baqueta con “Santos
que yo te pinté”, momento en que la sala se rindió por completo a uno de los temas
emblema de la banda desde sus inicios en los años 90.
Collage de Elena Sinache, inspirado en el concierto de Los Planetas
En
contraste con su anterior gira , dónde predominaron los toques
flamencos , el pasado viernes Madrid se convirtió en un cumpleaños
total lleno de hits atemporales: las canciones pasaban de mano en
mano , casi no había espacio para aplausos entre tema y tema.
Guiños
cómplices a sus fans más antiguos en forma de Corrientes
circulares en el tiempo, Toxicosmos, la mítica Rey
sombra, Pesadilla
en el parque de atracciones o Una
semana en el motor de un autobús… temas
que han escrito la banda sonora de muchas vidas que las coreaban a
pleno pulmón.
También
hubo espacio para su nuevo EP Dobles fatigas, el primer lanzamiento
discográfico de Los Planetas en cinco años.
A
destacar Duendecillo
verde en el que muchos se empeñan en ver toques políticos.
El
trío ganador tuvo nombre: Segundo
premio,
conectada con Un
buen día y Alegrías
del Incendio.. lo que puso de manifiesto la necesidad de más éxitos pop en su
repertorio de directo.
Quizá
un final algo fácil y un concierto que supo corto , rumores
achacaban a problemas técnicos como culpables de reducir a una hora
y media lo que en principio estaba planteado como algo más de dos
horas , pero que dejó satisfechos tanto a los que les entronizaron
en los 90 como a los que usan sus canciones de forma puntual en
fiestas de exaltación de la amistad.
Si
se empeñan, los Planetas saben dar lo mejor de si.
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