Nacido en Madrid en 1986, Alejandro Bustamante ha recibido una sólida formación internacional
que comenzó en Madrid e Indiana (Estados Unidos) y continuó en Zaragoza y Berlín
(Alemania), con figuras como Sergio
Castro, Anna Baget, Mimi Zweig, Rolando Prusak, Sergei Fatkulin, Latica
Honda-Rosenberg y Nora Chastain, y como músico de cámara con los Cuartetos
Casals, Quiroga y Artemis, y con Eberhard Feltz.
Desde su debut como solista a los 19 años de edad, su
sensibilidad, su capacidad de conectar emocionalmente con el público y la
honestidad e integridad de sus interpretaciones han hecho de Alejandro Bustamante uno de los
violinistas más valorados de su generación.
Vitalista y polifacético, destaca tanto en sus
interpretaciones como solista con orquesta, como músico de cámara en diversas
formaciones y ofreciendo recitales de violín solo, con un amplio repertorio que
abarca desde el barroco hasta la música más vanguardista.
Como solista, Alejandro
Bustamante ha tocado con orquestas como la Orquesta Sinfónica de RTVE, Orquesta de la Comunidad de Madrid,
Orquesta Sinfónica de Brandemburgo, Orquesta de Cámara de la Schubertiada,
Orquestra de Cambra Illa de Menorca y la Orquesta Sinfónica de la Provincia de
Chaco (Argentina), bajo la dirección de Maestros como Antoni Wit, Pablo
González, Christoph König, Jonathan Webb, Juan Luis Martínez y Josep Vicent.
En 2010 grabó junto al pianista Enrique Bagaría, con quien forma un dúo estable, su primer CD para Columna Música con obras de César Franck, Eduard Toldrà y Olivier
Messiaen.
Comprometido firmemente con la música de su tiempo y
especialmente con los compositores españoles, programa frecuentemente obras de
autores como Jesús Torres, Antón García
Abril, Carmelo Bernaola, Miguel Bustamante o Joan Guinjoan, cuyo Concierto
para violín y orquesta rescató e interpretó bajo expreso deseo del
compositor tras casi treinta años desde su primera y única interpretación en su
estreno.
Actualmente compagina su actividad concertística con una
intensa labor pedagógica como profesor de música de cámara en el Conservatorio
Superior de Música de Castilla y León (Salamanca), y como profesor de violín en
el Centro Superior Progreso Musical de
Madrid, así como en numerosos cursos y clases magistrales a los que es
invitado frecuentemente.
El miércoles, 23 de Marzo, a las 20:00, Alejandro Bustamente ofrecerá un
recital de violín, con obras de J. S.
Bach, H. I. Biber, J. Guinjoan y M. Bustamante, bajo el título de “El
violín espiritual”
LA ENTREVISTA
Alejandro
Bustamante empezó su carrera musical muy joven, apenas siendo una niño. ¿Por
qué el violín y no otro instrumento musical?
Mis padres me llevaron a muchos conciertos desde que era
muy pequeño. Y de todos los instrumentos que escuché hasta los 5 años el violín
era el que más me impresionaba.
¿Cómo es ser
músico profesional? ¿Cuántas horas diarias se pueden llegar a dedicar al
estudio? ¿Cuál es el panorama actual para un músico solista?
Ser músico profesional para mí es un sueño hecho
realidad. Desde mi adolescencia tuve claro que quería dedicarme a esto, porque
sentía verdadera pasión por la música. Nada me hacía sentir tan vivo. La
dedicación debe ser en cuerpo y alma si se quiere llegar a ser un gran músico.
Dedicamos muchas horas al día, todos los días de la semana, y durante toda la
vida. Pero es un esfuerzo muy gratificante. Al fin y al cabo trabajamos en
permanente contacto con la belleza, lo cual es un enorme privilegio, un regalo.
Aunque haya que dedicar mucho tiempo y mucho esfuerzo.
En cuanto al panorama actual, tiene muchas posibles
lecturas. Seguramente no es el momento más sencillo, por la crisis económica
que atraviesa el país. Pero yo soy muy optimista siempre, y creo que todos
somos capaces de lo que nos propongamos. Cuanto más nos repitamos que todo está
muy difícil, más desgastaremos nuestras energías y más nos autolimitaremos sin
darnos cuenta. El mundo ya es lo suficientemente complejo para convencernos a
nosotros mismos de que no hay salidas. Creo que terminamos consiguiendo lo que
deseamos cuando nuestra ilusión y nuestra pasión son más fuertes que nuestros
miedos y nuestros complejos.
A parte de una
excelente técnica y posición ¿qué tiene un músico excelente sobre el escenario?
Un gran músico debe tener, ante todo, algo valioso que
contar. Todo el trabajo técnico, tal como yo lo entiendo, debe estar destinado
a eliminar las trabas físicas para que el mensaje que queremos transmitir pueda
brotar libremente. Es un medio, no un fin en sí mismo. Y para tener algo
valioso que decir hay que pasar mucho tiempo en contacto con la partitura,
analizando, reflexionando, escuchando y haciendo propio el mensaje del compositor.
Debemos convertirnos en la obra que tocamos, fusionarnos con ella. Es la única
manera de ser convincente en el escenario y de comunicarte con el público.
En más de una
ocasión oímos que el instrumento es un órgano más del músico ¿Qué piensas al respecto?
¿Cómo se transmite sin hablar con palabras en un concierto?
Efectivamente, lo ideal es que el instrumento se
convierta en una extensión de nuestro propio cuerpo. Si lo sentimos como un
elemento extraño nunca estaremos verdaderamente libres.
Nosotros transmitimos un mensaje exclusivamente a través
de los sonidos. Pero eso, en vez de ser un impedimento, creo que refuerza
nuestra capacidad de comunicación. Creo firmemente que la música expresa
infinidad de cosas que las palabras no pueden expresar, porque las asociamos a
conceptos más concretos y más limitados.
¿Hay
diferencias entre un músico profesional dedicado a la música clásica y un
músico profesional dedicado a la música ligera?
Seguro que hay muchas diferencias. Pero no tengo,
desgraciadamente, mucha relación con músicos de música ligera, por lo que no lo
puedo saber con seguridad. Pero sin duda hay algo que envidio de ellos: la
comunión tan alucinante que tienen con su público. A mí me gustaría ver las
salas de conciertos de música clásica a rebosar de público así de entregado y
de fanático, en el mejor sentido del término.
¿Qué vamos a
disfrutar en tu concierto El violín espiritual en la 34 Semana de Música Sacra
de Segovia?
Este concierto será muy especial para mí por poder
ofrecer un recital de violín solo en un entorno tan mágico y dado a la
introspección como la Iglesia de San Juan de los Caballeros. El programa
propone cuatro obras muy diferentes, pero todas ellas con un fuerte componente
espiritual. En primer lugar el público podrá escuchar la Passacaglia para
violín solo de Biber. Es una obra barroca verdaderamente reflexiva, que está
inspirada en la eternidad del espíritu santo. Después, 'Tensió' del fantástico
compositor catalán Joan Guinjoan, nos sacará de ese ambiente de serenidad para
introducirnos en un mundo mucho más convulso, lleno de agitación, disonancias y
cuartos de tono que de alguna manera desfiguran la materia. Acto seguido tendrá
lugar el estreno absoluto de 'Canto al Cristo de los Gascones', de Miguel
Bustamante. Una obra inspirada en la representación del 'Misterio del Cristo de
los Gascones' que Nao d'amores escenificó, y que trata la leyenda de ese Cristo
románico de brazos articulados que se encuentra en la Iglesia de San Justo de
Segovia. La obra está dedicada a la ciudad de Segovia, y en ella confluyen
aromas medievales y melodías de inspiración religiosa, amalgamados dentro del
propio lenguaje del compositor. Y por último, interpretaré la Partita en re
menor para violín solo de Bach. Una de las obras cumbre de la Historia de la
Música y cuya Ciaccona final supone una sublimación de la espiritualidad en la
música. Es una música que aúna componentes absolutamente humanos como el dolor
y la desolación, con elementos verdaderamente trascendentales, con una luz y
una paz que parecen estar escritos por alguien que ya conoce un mundo después
de la muerte.
¿Puedes
contarnos alguna anécdota en algún concierto? ¿Cuál es el sitio más exótico
donde has actuado?
Hace muchos años toqué con mi antiguo cuarteto en un
pueblo muy pequeño y una sala diminuta. El público estaba a medio metro, y
parecía que no habían estado en un concierto en su vida. Hablaban en voz alta,
comían pipas... ¡Parecía que estaban en un partido de fútbol! Pero el colmo fue
que, al final del Cuarteto No. 3 de Shostakovich, cuando el primer violín toca
un solo final lleno de desolación e impotencia, en ese momento dramático a una
mujer de la primera fila le sonó el móvil a todo volumen, y no contenta con eso
lo cogió y se puso a hablar a gritos como si estuviera en la plaza del pueblo.
¡Era todo tan surrealista que nos entró la risa y no pudimos parar hasta el
final!
En muchas
ocasiones se echa en falta la presencia de público joven en los auditorios ¿Por
qué ocurre esto? ¿Qué se puede hacer?
Creo que la gente joven tiene una idea de la música
clásica muy equivocada por lo general. La ven como algo aburrido y encorsetado.
Pero la culpa no la tienen ellos, sino nosotros por no saber hacerles ver el
valor real que tiene. Si conseguimos hacerles entender aunque sea mínimamente
el significado de cualquier obra de Bach, Mozart, Schubert o cualquier otro,
¡alucinarían! Pero es algo que se debe aprender desde pequeños. Por eso
fomentar la educación musical en los colegios desde una edad temprana es clave.
¡Y una educación musical donde los niños hagan música ellos mismos! Si los
niños cantan, bailan y tocan instrumentos desde pequeños aprenderán de verdad a
amar la música, con todos los innumerables beneficios más que demostrados que
ello tiene para los seres humanos. Alemania es un claro ejemplo de esto.
Muchísimos niños tocan algún instrumento en el colegio desde pequeños. Luego no
tienen por qué convertirse en músicos profesionales, pero te aseguro que esas
personas van a cualquier concierto de música clásica y se emocionan porque
entienden realmente lo que escuchan.
¿Cuáles son tus
planes para el resto del 2016 y comienzos del 2017? ¿Algún concierto
importante? ¿Festivales? ¿Salidas al extranjero? ¿Grabar un disco quizás?
Desde que empezó el 2016 he estado muy activo y lo
seguiré estando en los próximos meses. Estoy haciendo muchos conciertos por
toda España junto a la pianista Patricia Arauzo, tocaré tríos de Brahms en
Salamanca, también allí tocaré como concertino-director de la Orquesta de
Cámara del Conservatorio Superior con mis alumnos, y en junio tocaré el
Concierto para violín, piano y orquesta de cuerda de Mendelssohn junto al
Maestro Víctor Pablo Pérez y la Orquesta Infantil de la ORCAM. Además cada
semana trabajo con mis alumnos en Salamanca y este verano haré varios cursos en
diferentes lugares de España, lo que me hace muy feliz porque me encanta
enseñar. Y alguna idea para hacer un disco tengo, pero todavía se tiene que
concretar.
¿Crees que el
mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy
en día? ¿Cuál crees que es el futuro del músico?
No lo creo. Hoy en día se hacen discos maravillosos, pero
ningún disco podrá igualar nunca la experiencia de la música en directo. Porque
la música tiene su verdadero sentido en el aquí y ahora, en las condiciones
acústicas concretas en las que se toca, y por la comunicación directa con el
público que te está escuchando. Esa química no se puede plasmar en una
grabación. Por eso, está muy bien que haya discos porque es la manera de llegar
a mucha más gente. Pero los conciertos en directo deben siempre prevalecer.
¿Cuál ha sido
tu mejor momento / recuerdo en la música?
Cada vez que me he subido al escenario y me he sentido
libre. Esa sensación es inigualable y es la razón principal por la que me sigo
dedicando a esto.
¿Tienes alguna
opinión de la actual situación económica y social de España y del mundo en
general, que quieras compartir con nosotros?
Es evidente que vivimos un momento complejo en España, en Europa y en el mundo. Complejo a nivel económico, social y político. Creo que no soy la persona indicada para ofrecer soluciones a tanta complejidad. Pero sí me gustaría decir que, en mi opinión, muchas veces el germen y el motor de los conflictos nacionales e internacionales son una clara falta de empatía y fraternidad entre los individuos y entre los pueblos. En demasiadas ocasiones tendemos a despreciar al que piensa diferente, lo cual, para mí, demuestra una preocupante falta de humildad. No nos damos cuenta de que nuestra percepción de la realidad está absolutamente condicionada por nuestra educación y nuestro entorno cultural. Y sin embargo, todos queremos imponer nuestra manera de ver las cosas. Creo que el inicio de la solución a muchos conflictos estaría en mantener una actitud de verdadero respeto hacia todos los seres humanos, aunque piensen, sientan y vivan de una manera radicalmente distinta a la nuestra.
ALEJANDRO BUSTAMANTE
Bernardo Stalman, 'Martastal', tango capricho con variación (Auditorio Nacional de Música de Madrid)
MISCELÁNEA
¿Podrías
recomendarnos…
...un libro?:
El cerebro se cambia a sí mismo, de Norman Doidge
...una película?:
Mar adentro, de Alejandro
Amenábar
...una obra?:
La última sonata para piano
de Schubert (D.960 en si bemol mayor)
...un álbum?:
Las Suites para violonchelo
solo de Bach por Anner Bylsma
...un solista?:
Janine Jansen
…una afición?:
Me gustan mucho los
deportes y creo que tienen un gran valor educativo. He aprendido mucho de
deportistas como Rafa Nadal, Pau Gasol o Mireia Belmonte. Y de entrenadores
como Pep Guardiola, Marcelo Bielsa y el Cholo Simeone.
…cordero o cochinillo? (es que somos de Segovia):
¡¡Los dos!! Y si los puedo comer en Segovia más.
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