eNTRaDaS PaRa La HiSTeRia

lunes, 31 de octubre de 2011

Crónica del concierto de Chocolata (Segovia, 29 de Octubre de 2011)

Chocolata hicieron que La Oveja Negra, local rústico castellano de Segovia, se llenara de alegría andaluza y de calor del sur en una noche fría del otoño castellano.
Cartel de La Oveja Negra
Un espectáculo mágico, exquisito (en concordancia con el nombre de la banda), delicioso, donde se mezcló la elegancia y la clase del jazz con el embrujo y la pasión del flamenco, donde hubo cabida para otros ritmos latinos, copla, ranchera, bulerías, …


El escenario se le quedó pequeño a Carmela "La Chocolata", artista completa de gran carisma, impresionante potencia de voz , y dotes magníficas para el baile. Alegre, divertida y muy profesional sobre el escenario, mostró orgullo andaluz y agradecimiento a compañeros de escenario y público constantemente.
Carmela "La Chocolata"
Cuni

Jesús

Rubens

El resto de la banda compuesta por Cuni Mantilla (contrabajo),  Rubens Silva (guitarra española), y Jesús S. Rubia (percusión  y otros) son unos maestros en la instrumentación del espectáculo.
Un verdadero disfrute para los oídos ver tocar a la banda: Cuni espectacular e intimista con el contrabajo, al que abrazaba como si fuera un gran y buen amigo, Jesús enérgico y preciso con la percusión y con los detalles que complementaban la musicalidad de los temas, Rubens, perfecto y genial con la guitarra, tuvo momentos de grandísimo nivel en los que parecía que acariciaba la más delicada de las joyas.



Chocolata empezó el concierto con Pa’ to el año ranchera del mítico José Alfredo Jiménez, y siguió con el resto de su repertorio, en el que incluyó sus dos singles hasta la fecha, Tengo y Puertecita de su álbum De un suspiro (2011), cuyos vídeoclips que puedes ver en YouTube, y en televisión, en 40 Latino. En la noche, sonó copla (El cordón de mi corpiño - tema de Antoñita Moreno, del que Carmela nos contó que fue número 1 allá por los años 30, pero que fue prohibido por su contenido erótico), hubo nana a ritmo caribeño (Drume Negrita), pero para nada nos dormimos (queriamos más), y escuchamos tanguillos, y son cubano, y rancheras, ... y cerraron la velada con unas magníficas bulerías, que por algo son de Cádiz y de Granada, digo yo, ¿no?.

El concierto fue agradable y genial, delicado y pasional, un despertar de los sentidos, un disfrute para los oídos y para la vista. Para el sabor y el olor ya tienes el chocolate,  y para el tacto... acompaña a las palmas que Chocolata está tocando.

Chocolata con HiSTéRiCaS GRaBaCioNeS































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