por Emilio R.
Cascajosa
Nunca una banda de blues ha sonado menos a blues cantando en
castellano. Puede parecer disparatado lo que digo, por eso voy a explicarme.
Hace unos años Perico de Dios
(guitarra y voz), Carlos Jimena
(batería) y Paco Luis Martos (bajo y
barreño) desempolvaron el envite tradicional afroamericano bajo la impronta de Guadalupe Plata, un trío que ni buscaba
romper las reglas de un género incorruptible ni trascender más allá de la
simple querencia por los patrones clásicos. Aparecieron sin apelar a la
originalidad y sin poner a la vista su exquisito surtido de referentes
estéticos; paradójicamente sonaban veraces y contemporáneos sin necesidad de
disfrazar el discurso con el tipo de interés bursátil donde cotizan la mayoría
de las bandas independientes nacionales.
Guadalupe Plata - Guadalupe Plata (2013)
Un EP y un larga duración editados en 2009 y 2011
respectivamente, ambos artefactos presentados con el nombre del grupo como
único crédito, sirvieron como acicate para que la banda acabara recorriendo
tantos kilómetros que, hoy por hoy, cuesta encajar la manera en la que sus
cuatro miembros (incluyo a Toni Anguiano,
el irreductible mánager) han podido llegar a tener vida privada más allá de una
furgoneta.
Probablemente motivados por una inevitable necesidad
exploratoria, los Plata han seguido
trenzando durante éste último año otro trabajo con los mimbres de siempre,
aunque esta vez hagan gala de un distintivo nuevo giro de muñeca. En pleno año
de debacle económica, los andaluces vuelven con otro álbum sin título,
defendiendo que lo suyo es lo vintage. Aunque yo no me trago todo esto tan a
pelo. Y es que ellos podrán citar a Skip
James, John Fahey y Elmore James, tirar del bootleneck y el
slide o tratar de embaucarnos defendiendo que lo suyo es el blues añejo y
destartalado. Pero la cosa no es tan simple, porque lo que se traen entre manos
los de Úbeda es algo mucho más evolucionado, psicodélico y transgresor de lo
que podría llegarnos a rebufo de sus primeras grabaciones o de sus fijaciones
personales. La suma de esa incorrección formal, el impredecible mejunje
costumbrista, la hipnótica templanza y ese humilde discurso personal que les
caracteriza, rubrican la propuesta de una banda con antecedentes, sí, pero, sin
ningún coetáneo con el que podamos realizar comparaciones. Estos tíos son
únicos, sobre el escenario, en el estudio o de copas un martes de madrugá en cualquier bar del
extrarradio.
“La idea era plasmar
ese endemoniamiento que segregan los blues y el cante jondo. Se trata en
general de la música que me gusta, esa que parece estar fuera de paisajes
idílicos y que nace más bien del choque, del fuego y el malestar”, comenta Perico refiriéndose al arte gráfico de
éste nuevo álbum lanzado en dos ediciones: una para el vinilo y otra para el
CD. La primera con una portada al óleo obra de Beatriz Sánchez; la digital con un dibujo en tinta china pintado
por Perico, responsable de la
iconografía pantanosa de los anteriores álbumes. Dos visiones que parten de una
misma idea. “En la portada hacemos un
guiño a Jaén, con los olivos, el cortijo y la Virgen de Guadalupe, patrona de nuestro pueblo, con sus respectivos
querubines manteniendo la paz en un paisaje presidido por un galgo negro a lo Julio Romero de Torres, que para mí
representa al Diablo. Es un animal
que me llama mucho la atención. Los que he visto por Úbeda suelen ser perros
que sus dueños abandonaron cuando ya no servían para correr. Puedes
encontrártelos pululando esquivos y asustados, como fantasmas. Siempre asocio
esa imagen a la esencia del blues. En la contraportada la virgen desaparece y
digamos que se lía parda. El cortijo acaba en llamas y del humo se desprende
demonios de una manera muy goyesca. En la edición del CD el cortijo arde y el
perro va hacia las llamas junto a una serpiente”.
Metáforas no les faltan, decorando trece nuevos temas (uno
de ellos una revisión arrastrada del corte estrella de su primer EP, Jesús está llorando) que apelan a una
rutina donde lo mágico y lo rural se entremezclan, ya sea mediante el uso de
bombos de Semana Santa (presentes en canciones como Voy Caminando o Santo
Entierro), la inserción de las campanillas penitentes que abren esa
melodía introductoria llamada Lamentos (con Ry Cooder en un peculiar viacrucis etílico), o las constantes
referencias a la España de secretos a puerta cerrada que corona el evidente homenaje
a Los santos inocentes titulado Milana.
Cuando los Doors
de L.A.
Woman se cruzan con Pérez Prado
pueden surgir cosas como Rezando, con sus guitarras
crujientes como tablones de madera hinchados por el frémito del mambo. Por otro
lado, cuando les da por apretar el acelerador, composiciones como Oh My
Bey o Esclavo acaban sumergiéndote en un desenfreno pélvico que, como
bien comentaba recientemente una amiga durante uno de sus conciertos, “es un no sé qué que te pone”.
Grabado en directo durante tres días en el estudio de Ryan Anderson en Austin, el álbum
cuenta con la colaboración de Walter
Daniels (Oblivians, The Revelators, ’68 Comeback), demonio de la armónica con el que ya giró Guadalupe Plata en particular conexión
artística hace varios meses. Un cameo inevitable que ha quedado impreso en el
tema No
me ama y en otras dos canciones que se editarán probablemente más
adelante como single. La mezcla se hizo en Málaga, en el estudio de Maxi, de los tremebundos The Hollers, con Mike Mariconda (The Raunch
Hands, Devil Dogs) celebrando su
cumpleaños tras la mesa. El resultado final, en boca del mismo Mariconda, es un mejunje lisérgico y
crepitante repleto de “slides asesinas”, líneas de bajo “fuera de serie” y
percusiones marciales que invitan a fantasear con “una fábrica de la Seat
sonando a blues del demonio”.
“Tenemos la impresión
de que el carácter de la grabación es más oscuro y podrío que nunca, nos hemos
acercado más a la involución”, apunta Perico.
Y una vez más, no me trago sus palabras. Porque si esto que han logrado los de
Úbeda es involucionar, pido a Dios que el noventa por ciento de las bandas
actuales del país acaben volviendo a la Edad de Piedra.
LA ENTREVISTA
Nos sigue gustando el
sonido de Guadalupe Plata, en ese nuevo disco de 2013, quizás menos áspero que
sonidos anteriores, pero con el mismo instinto de sonido fronterizo, de
desierto americano y de carreteras calientes. Blues Country Rock en la misma línea de
vuestros trabajos anteriores. ¿Qué consideráis que ha evolucionado en vuestra
música en este nuevo trabajo?
Pues lo único que ha evolucionado, es nuestro empecinamiento
con seguir haciendo blues basura, somos como el tonto y la vereda que se acaba
la verada y sigue el tonto.
¿Por qué seguís titulando Guadalupe
a todos vuestros discos, como habéis hecho con el nuevo de 2013?
Podríamos decir que si un disco
no es conceptual bla bla bla… podríamos decir que el motivo de un titulo es bla
bla bla… pero la realidad es porque nos da la gana y nos gusta así.
¿Alguna anécdota que podáis contar durante la grabación del disco?
Estuvimos en la casa estudio de
Ryan, y es una casa típicamente como las que vemos en las películas de
americanos, toda de madera con un patio impresionante lleno de arboles, era
como una especie de retiro musical. Quizá la anécdota mas curiosa fue conocer a
el guardián de la memoria del blues, un señor que grabadora en mano, había
estado en muchísimos conciertos de blues, de los mas podridos que te puedes
imaginar, consiguiendo una fonoteca pirata de lo mas espectacular, este hombre
se quedo prendado y nos regalo una grabadora de 300 dólares, la única condición
que le grabáramos directos y ensayos y se los enviáramos. Estamos cumpliendo.
¿Qué os inspira a la hora de hacer vuestras canciones?
Lo que mas nos inspira es la
época de la recogida de la aceituna en Úbeda, esas mañanas heladas, esos palos
a las olivas, esa barja llena de chorizo, ese tirar de los mantones… poesía.
¿Qué respuesta habéis tenido del público ante vuestro disco Guadalupe (2013)? ¿Ventas? ¿Asistencia a
conciertos?
Pues que se está vendiendo bien y
a los conciertos viene bastante gente, es algo sorprendente.
¿Qué hacéis para su promoción? Si yo quisiera una copia de este nuevo
trabajo, ¿cómo podría obtenerla?
La mejor promoción que podemos
hacer, es la que sabemos hacer, defender el disco con los directos a muerte,
tocar, tocar y tocar. El que quiera un disco sabe como obtenerlo, no es
difícil.
¿Cuáles son los planes de Guadalupe Plata para 2013? Suponemos que
seguir girando el disco por salas y festivales, ¿pero algo que podías
adelantarnos?
En festivales creo que este año
hemos conseguido uno que es la guinda del pastel, en junio vamos al Deep Blues
Festival, el mas grande y mejor festival de blues podrido de todos los tiempos,
siendo el primer grupo español que participa.
En España esta el Primavera, FIB,
Festival Do Norte y creo que hay alguno mas, y las salas son los que nos da la
vida.
¿Queréis compartir con nosotros alguna opinión sobre la actual
situación de España, y de Europa en general?
No.
Guadalupe Plata - Rata (2013)
MISCELÁNEA
Hace casi un año que
os hicimos estas mismas preguntas. Vamos a ver si han cambiado vuestros gustos
y preferencias.
¿Podríais decirnos…
...un libro?:
El Redentor (2012) de Jo
Nesbø.
...una
película?:
El imperio de los Sentidos (1976) de Nagisa Oshima.
...una canción?:
Miseria Nera (1968) de Adriano Celentano.
...un álbum?:
El de fotos de la boda de mis padres.
...un grupo o
solista?:
The Black Angels.
Muchas gracias por
vuestro tiempo y enhorabuena por vuestra música.
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