La vida musical de Clara
Ballesteros dista mucho de lo típico.
Grabó un disco muy joven, cuando la música folk y los
cantautores se abrían espacio. Las canciones de Clara, algunas compuestas por Manolo Díaz, sonaban en los ambientes
universitarios, pero cuando todo hacía presagiar una carrera larga, de repente
desapareció de la escena musical. Clara viajó a Latinoamérica y allí se quedó
años y años.
De vuelta a España, Clara
Ballesteros se reincorpora al panorama musical poco a poco, con un inusual
estilo que se refleja en su elegante y cuidado repertorio. Sus conciertos
presentan diferentes formatos, estilos y contenidos o una dedicación
monográfica a diferentes motivos: la lluvia, el otoño… Los cafés y locales
pequeños propician un especial acercamiento al público con el que le gusta
interactuar.
Los temas dan fe de su admiración por los grandes autores de
la canción francesa, del folk norteamericano, de las expresiones musicales y
poéticas de América Latina, de geniales autores españoles o de su propia
creación.
Su itinerario musical incorpora a autores como Moustaki, Françoise Hardy, Jacques
Brel, entre otros. De los años en los que cultivó el folk, interpreta temas
de autores tan emblemáticos como Donovan
y Joan Baez, sin olvidar canciones
de autores como Bob Dylan, Lucinda Williams, Tim Hardin, Townes Van Zandt o Carole King.
La canción popular de América Latina, creada y recreada por
grandes artistas y grandes voces de aquel continente, tienen también su
exponente en su repertorio con las composiciones que Violeta Parra lanzó al mundo llenas de inmensa ternura: Gracias
a la vida, Volver a los diecisiete, La Jardinera.
Clara Ballesteros
tampoco deja de lado a los autores españoles con canciones especialmente
escogidas, versiones llenas de cariño con la sensibilidad poética y expresiva
de Pablo Guerrero, Antonio Vega, Hilario Camacho o Luis
Eduardo Aute. Interpreta, además, sus propios temas más recientes que se
mueven entre la calidez y la nostalgia transmitidas por su voz
de tintes graves y también poemas musicalizados, para conformar un
encuentro de emociones y recuerdos.
Voz, corazón, guitarra y ukelele son los instrumentos de su
entrega musical.
Acompañándola a la guitarra en los últimos años Nacho Sáenz de Tejada, un veterano de
la escena folk que ha tocado y grabado discos con Nuestro Pequeño Mundo, Pablo Guerrero, Almas Humildes,
Aguaviva, Luis Eduardo Aute, Suburbano
y Luis Pastor, entre otros artistas.
Tras su doloroso fallecimiento, su hijo, también de nombre Nacho y excelente
guitarrista, la ha acompañado.
Otros excelentes músicos como Gonzalo Lasheras, Eduardo
Laguillo y Luis Fernández, han
compartido escenario y conciertos.
LA ENTREVISTA
¿Por qué Clara Ballesteros elige la música, componer y hacer canciones?
La música me rodeó y mimó desde
pequeña: mi hermano mayor y su permanente concierto casero de jazz, mi madre al
piano, otro hermano que cantaba de lujo, en el coro de su colegio… Siempre me
recuerdo cantando y también estuve en el coro de mi colegio.
Me considero cantora, intérprete,
más que cantautora. Cantar, para mí, es una grata pulsión.
Tu música tiene una influencia tan variada de estilos que va desde la
música de autor, al Folk, pasando por la chanson francesa, aunque pueden
encontrarse guiños a otros estilos más como el Jazz, el Pop,…. ¿Qué ha motivado
este sonido en Clara Ballesteros? ¿Cuáles son o han sido tus influencias más
directas a la hora de hacer música?
No tengo formación musical y he
entrado en la música por la fascinación de todos esos estilos que se mencionan.
Desde el gregoriano en el colegio, hasta el folklore canario cuando viví en
Canarias, la canción latinoamericana y, sobre todo la canción francesa y el
folk. Dos hitos o impulsos importantes en mi vida: Joan Baez y posteriormente,
Violeta Parra.
Escucho también canciones de
autores como Leonard Cohen, Lucinda Williams o de nuestro Pablo Guerrero y
siento la necesidad de cantarlas.
Tus canciones son preciosistas,
evocadoras, melódicas y con un toque nostálgico, melancólico y evocador,…
donde, sin duda, también le das una especial importancia a las letras ¿Qué
puedes decirnos al respecto? ¿Qué te motiva a la hora de hacer tus temas?
Nunca pensé que podría componer
por mi carencia de bases formales pero me he animado tardiamente y sí: las
canciones que me salen son algo melancólicas, no necesariamente tristes. Las
ausencias, en general, algunas reales y otras imprecisas, me motivan a
expresarlas en forma de música.
A tu último espectáculo lo has titulado "Paris, Madrid: una sola voz" un recital, básicamente
compuesto de canciones francesas ¿Por qué este título? ¿Por qué canciones
francesas?
Siempre me gustó cantar en
francés… gracias a lo cual siempre tuve buenas notas en el colegio. Cuando era
niña y adolescente, los aires franceses llegaban a España cargados de
modernidad ¡y libertad! Conectaban con mis sentimientos y me sentía muy cómoda
cantando, como ahora: hay letras que en francés me ayudan a expresar lo que
siento y que quizás en castellano me daría un poco de apuro.
Estaba previsto hacer un
concierto en francés con el acompañamiento del pianista Luis Fernández y
justamente coincidió con los atentados de Paris, ciudad en la que, por cierto,
han estado viviendo mis hijos hasta el mes de septiembre. Dedicamos el
concierto al pueblo de Paris.
¿Cuáles son las expectativas puestas en "Paris, Madrid: una sola voz"? ¿Ha sido un recital cerrado o tienes intenciones de darle
continuidad?
Me gustaría darle continuidad,
sobre todo por dar a conocer a generaciones más jóvenes la belleza y la calidad
de todo ese movimiento musical.
¿Cuáles son los planes de Clara Ballesteros para lo poquito que queda
de este año 2015 y primeros del 2016? Suponemos que girar por salas y
festivales, ¿pero algo que puedas adelantarnos?
¿Eventos importantes? ¿Grabar un disco, quizás?
Dado mi itinerario musical
peculiar y discontinuo que muchos llamarían “ecléctico”, me oriento a seguir
cantando en salas y en todos aquellos actos en los que se combina la poesía y
la música. Creo que la idea de grabar un disco con todos los avatares
económicos que conlleva, no me atrae especialmente, pero tampoco lo descarto:
mi vida se resuelve día a día y quizá, de pronto surja la oportunidad y me
anime. Hay espacio para todas las propuestas: la música es comunicación y en
directo es más emocionante para mí.
Grabé un disco a los 19 años con
canciones de Manolo Díaz que luego grabaron Los Bravos. No fue una buena
experiencia.
¿Crees que el mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y
como lo conocemos hoy? ¿Cuál es el futuro del músico?
La palabra “acabar” es
arriesgada, no creo que acabe sino que se reorienta, como en todos los fenómenos
de la vida social. Hay que estarse reinventando y buscando nuevas fórmulas y
así veo que lo están haciendo amigos míos, músicos jóvenes y no tan jóvenes. El
panorama es duro y el hachazo de las políticas culturales –la ausencia de …- y
el IVA han dejado en el camino a muchos músicos.
Viendo el panorama del fin de semana en cada ciudad con una grandísima
oferta de conciertos, ¿es cierto que parece que hay una nueva era dorada de los
directos?
Efectivamente, los músicos
–hombres y mujeres- no nos rendimos y seguimos luchando por encontrar y ampliar
los espacios para los directos, de pequeño formato o de gran formato. Las
condiciones son precarias por lo general, pero si se consigue mantener un
cierto ritmo de presencia en estos ámbitos culturales, se logra mantener el
movimiento arriba. Hablo más por mis amistades vinculadas a la llamada “canción
de autor”, con las que me siento más identificada.
¿Cuál ha sido tu mejor momento/recuerdo en la música?
Quizá ha habido dos momentos que
recuerdo con mucho cariño: uno, un concierto en el mítico Colegio San Juan Evangelista, el “Johnny”, un
concierto con Nacho Sáenz de Tejada –dolorosamente ausente-, Eduardo Laguillo y
Gonzalo Lasheras. Lo llamamos “Viviendo y reviviendo con la música”, para la
Universidad de Mayores de la Complutense, en el que hicimos un recorrido
musical con autores que acompañaron a esa generación que ahora tiene entre 50 y
60 años.
Otro momento especial, fue el
homenaje a los 40 años de la canción “A cántaros” de Pablo Guerrero, en el
Círculo Bellas Artes de Madrid.
¿Cómo es un día normal en la vida de un miembro de Clara Ballesteros?
Yo trabajo desde hace muchos años
en Cooperación al Desarrollo, por lo que he estado bastante tiempo fuera de
España, en Centroamérica, años en los que la música estuvo un poco ausente.
Ahora, ya en España desde hace tiempo, he retomado la música, escucho autores
que me gustan, practico con la guitarra y el ukelele y trato de escribir letras
y canciones.
Procuro asistir a los conciertos
de mis amigos y a los grandes autores que han pasado por aquí: Bob Dylan,
Leonard Cohen, Lucinda Williams y otros que me recomiendan los amigos.
Dedico tiempo al deporte, soy
corredora de fondo y en cuanto puedo salgo a dar una carrerita
¿Tienes alguna opinión de la actual situación económica y social de
España y del mundo en general, que quieras compartir con nosotros?
La situación en España me provoca
una gran tristeza y coraje por no decir el desconcierto del panorama mundial.
Creo que estamos saliendo de la pasividad y la complacencia y tomando
conciencia de que ya no es posible seguir como hasta ahora. Fin de la
indiferencia y un paso hacia la dignidad, la solidaridad y el futuro más justo.
MISCELÁNEA
¿Podrías recomendarnos…
...un libro?:
“2666” de Roberto Bolaño y, por supuesto: “Cien
años de soledad”, lo volví a leer y me emocionó todavía más que antes.
...una película?:
“Joe Hill”, la emigración europea a
Estados Unidos a principios del siglo XX con músca folk.
...una canción?:
Volver
a los 17, de Violeta Parra
...un álbum?:
Luz
de Tierra de Pablo Guerrero
...un grupo o solista?:
Leonard Cohen
...una afición?:
Correr
…cordero o cochinillo?: (es que somos de Segovia J)
¡Cordero!
Muchísimas gracias por tu tiempo y enhorabuena por tu música.
¡Saludos!
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