EL ARTISTA
Dice
Raúl Rodríguez: "Estoy planteando que deberíamos poder tener una nueva música
mestiza sin prejuicios, sin pensar que estamos haciendo fusión, sino
hermanándonos con las músicas con las que ya somos hermanos: con la música
cubana, colombiana, venezolana, argentina... y con la música negra
también."
Razón
de Son (2014) es un disco muy
esperado, tanto en España como a nivel internacional.
Es
el primer álbum en solitario del músico, productor y antropólogo Raúl Rodríguez, que recoge 20 años de
investigación sobre la música popular andaluza y su conexión con otras músicas.
Razón
de Son nos cuenta la historia de
la música fronteriza que se desarrolló entre Sevilla, Cádiz y los puertos de
las colonias americanas, redescubriendo la figura casi olvidada de los
"Negros Curros" (que nos ayuda a entender la influencia de la
negritud en la cultura andaluza) y estableciendo nuevas pistas para la
investigación y la creatividad en el continuo viaje de nuestros sones compartidos.
RAÚL RODRÍGUEZ
Razón de Son (2014)
Un trabajo que recopila las notas de viaje de un músico inquieto y experimentado en la campo de la fusión flamenca, que se desarrolla en torno a un instrumento nuevo y mestizo desarrollado por el propio Raúl, el Tres Flamenco: una mezcla del Tres cubano y la Guitarra flamenca que entronca con los orígenes mestizos de las músicas del "Caribe Afro-Andaluz" y que nos abre otros caminos para encontrar nuevas fórmulas rítmicas y estéticas para una nueva música heredera de la tradición de aquellos cruces culturales.
Un
disco en el que por primera vez podemos escuchar su voz de "Contaor"
y sus cantes propios. Tonadas que se sitúan en el terreno del folklore
imaginario: una música que pertenece al viaje, a la ida y a la vuelta, al
compás del mar que comparten las danzas de ambas orillas atlánticas.
Ocho
temas. Cinco composiciones originales de Raúl
Rodríguez; dos temas de tradición popular: una Caña, que se tocaba en el
siglo XIX en Triana, y una versión de la Petenera veracruzana; y una canción de
la maravillosa compositora y cantante cubana Marta Valdés: Romance de tus nombres.
En
el disco podremos escuchar también la colaboración de Martirio y Emilio Cuervo
"Webo" en los coros y la flauta-gaita de Bartolomé Franco, "El
Peta", en una reinterpretación de la "Danza de las Espadas"
de San Bartolomé de la Torre (Huelva). Todos los instrumentos (Tres flamenco,
Guitarra acústica, Bajo eléctrico, Percusiones y Voces) están interpretados por
Raúl Rodríguez.
Razón
de Son está cuidadosamente
editado en español e inglés como un bello libro de tapas duras (encuadernación
cartoné), de gran tamaño (23x23cm), 60 páginas y papel offset de 150grs. Un
Libro-CD ideado como un cuaderno de viaje con anotaciones manuscritas, fotos,
ilustraciones y textos del propio Raúl, con un prólogo firmado por el
musicólogo Faustino Núñez. Un objeto de arte para amantes de la música, su
historia y sus orígenes.
Raúl Rodríguez fue fundador del grupo de culto “Caraoscura” (1992-95) y de “Son
de la Frontera” (2003-2008), una agrupación con la que dio la vuelta al
mundo, estuvo nominado a los premios Grammy
Latino y recibió todos los galardones de la World Music (BBC, WMCE,
etc).
LA ENTREVISTA
¿Por qué Raúl Rodríguez elige la música
como profesión y no un trabajo más “normal”?
Nací
en una familia en la que la música era una actividad central de nuestras vidas,
en el entorno creativo de la contracultura sevillana de los 70. Este oficio es
el que considero más “normal”, por cotidiano y por saludable: permite poner en
relación lo que se siente y se piensa, lo que hay por dentro de uno mismo, con
la vida colectiva, con el deseo de los otros, te ayuda a acompasarte con los
demás y a participar en la danza del mundo. Para completar mi experiencia y
tener otro punto de apoyo, me licencié en Historia y Antropología Cultural, y
en realidad casi puedo decir que ahora me dedico a elaborar una especie de
“AntropoMúsica”, una actividad transversal que trata de poner de acuerdo
lógicas que aparentemente son irreconciliables, como el rigor y el disfrute de
la vida, el estudio y la experimentación, la tradición y la creación. Y de ese
esfuerzo nace “Razón de Son”.
Es obvio que tu música tiene una
influencia muy variada, por lo que es normal encontrar guiños a muchos estilos,
tales como el Flamenco, el Son cubano… e incluso la Copla, y la música de
raíces. ¿Qué ha motivado este sonido en el Raúl Rodríguez? ¿Cuáles son o han
sido tus influencias más directas a la hora de hacer música?
He
tenido muchos puntos de alimento diferentes y una educación musical muy ecléctica,
me gusta todo lo que esté hecho con el corazón y hacia la libertad. Comencé de
niño siendo batería de Rock y he crecido pasando por muchos instrumentos y
estilos. El sonido que voy buscando nunca queda definido más que por ser un
constante viaje hacia una música verdadera y ese es un aprendizaje que nunca se
acaba, que te obliga siempre a intentar algo nuevo. Y ahí habita el posible
encanto que pueda tener, en que sea el discurso sincero de un hombre que va
buscando su expresión libre en el mundo en que vive.
Y claro, he aprendido mucho de los artistas con quienes he trabajado en estos 22 años, como Kiko Veneno, Martirio, Santiago Auserón, Javier Ruibal y con otros grandes con los que he tenido la suerte de colaborar, como Chavela Vargas, Compay Segundo, Marta Valdés, Jackson Browne, Enrique Morente, Trilok Gurtu, Jorge Drexler, Pancho Amat, Andorrano o Juan El Camas. Y seguramente también haya retazos de referencias que han sido importantísimas para mí, como Diego del Gastor, Sabicas, Fernanda de Utrera, Camarón, Pata Negra, Smash, Jimi Hendrix, J. J. Cale, The Velvet Underground, Ry Cooder, Ben Harper, Police, Eric Burdon & The Animals, Cream, Pixies, John y Sean Lennon, Keith Richards, Taj Mahal, Faustino Oramas “El Guayabero”, Beny Moré, El Indio Naborí, Chanito Isidrón, Silvio Rodríguez, Jordi Savall, Lucas Ruiz de Ribayaz, Ensemble Kapsberger, Tinariwen, Bassekou Kouyate, Toumani Diabate, Ali Farka Toure, Ali Akbar Khan, Diego de Morón, Paco de Lucía, Miles Davis, Prince, Ray Charles...
Y claro, he aprendido mucho de los artistas con quienes he trabajado en estos 22 años, como Kiko Veneno, Martirio, Santiago Auserón, Javier Ruibal y con otros grandes con los que he tenido la suerte de colaborar, como Chavela Vargas, Compay Segundo, Marta Valdés, Jackson Browne, Enrique Morente, Trilok Gurtu, Jorge Drexler, Pancho Amat, Andorrano o Juan El Camas. Y seguramente también haya retazos de referencias que han sido importantísimas para mí, como Diego del Gastor, Sabicas, Fernanda de Utrera, Camarón, Pata Negra, Smash, Jimi Hendrix, J. J. Cale, The Velvet Underground, Ry Cooder, Ben Harper, Police, Eric Burdon & The Animals, Cream, Pixies, John y Sean Lennon, Keith Richards, Taj Mahal, Faustino Oramas “El Guayabero”, Beny Moré, El Indio Naborí, Chanito Isidrón, Silvio Rodríguez, Jordi Savall, Lucas Ruiz de Ribayaz, Ensemble Kapsberger, Tinariwen, Bassekou Kouyate, Toumani Diabate, Ali Farka Toure, Ali Akbar Khan, Diego de Morón, Paco de Lucía, Miles Davis, Prince, Ray Charles...
Tu primer disco en solitario (¡ya era
hora!) es este magnífico Razón de Son
(2014), un disco de mestizaje entre el flamenco y la copla con ritmos caribeños y sonidos africanos, con
temas que suenan a bohemia, a viajes, a romance, a aventura con un toque de
melancolía, pero evocadoras, con letras que nos cuentas historias pasadas que
son verdadera poesía… ¿Qué puedes decirnos al respecto? ¿Qué te inspira a la
hora de hacer tus canciones?
Comencé
a escribir letras y tonadas a partir de los 40 años y, efectivamente, intento
encontrarle un sentido al camino que llevo recorrido, a los viajes del músico y
a los viajes de las músicas, relacionando las experiencias con las investigaciones
en las que he podido profundizar en este tiempo y mezclando esos dos enfoques,
el antropológico y el musical. Las letras tratan sobre esas idas y vueltas y,
finalmente, transportan un mensaje que creo que es pertinente: "las razas
no son tan puras / ni somos tan diferentes". Todos somos uno y la vida es
un viaje, la "tradición" es la historia de una creación colectiva y
esa historia me parecía que había que contarla desde el ritmo vivo que habita
en las canciones nuevas, había que intentar componer. He tomado múltiples
referencias a la hora de encarar la composición poética: he investigado mucho
en la Décima, en sus mecanismos asociados a la improvisación (Repentismo) y en
la historia de su expansión hacia el Caribe... también he estudiado formas muy
antiguas de la poética hispana, como la Seguidilla con bordón ó la Endecha,
para ponerlas en relación con la Blueslería o el Fandango indiano... busco
historias interesantes de contar a compás, como el relato de "El Negro
Curro", sobre la importancia silenciada de los negros andaluces del
Barroco. Y trato de emitirlas desde un terreno de “Contaor”, no de “cantante”
ni de “cantaor”, sino de narrador de relatos bailables que puedan ser
necesarios para conocer algo más de nuestra cultura, razones válidas para compartir
de nuevo un Son que nos una.
Parece obvio, pero ¿por qué has titulado
Razón de Son a este trabajo?
Por
esa misma lógica doble de intentar poner en relación el estudio y del baile, lo
cartesiano y lo surrealista, lo apolíneo y lo dionisíaco: estoy buscando los
motivos que hacen necesaria a la música popular, la “razón de ser” del Son,
cuáles son los fundamentos de su papel social (la llamada a la danza, la
narración, la explicación de los mecanismos del mundo emocional...) para
intentar averiguar, experimentando, qué podremos aportar los músicos en el
momento actual y qué caminos podríamos tomar para que continúe rodando, con
sentido de futuro, nuestra tradición creativa. Y con esa doble mirada trato de
provocar una realimentación entre ambas disciplinas: una “Razón” más flexible,
una investigación antropológica más bailable, más poética y más rítmica y, al
mismo tiempo, una música de baile que tenga un discurso, que no esté
necesariamente exenta de una propuesta intelectual e ideológica, un “Son” que
contenga alguna razón. Como dice sabiamente el poeta Veneno: “Decir sin dejar
de bailar, bailar sin dejar de decir”.
El sonido, la producción… todo suena a
grandes pretensiones ¿Qué expectativas has puesto en este trabajo? ¿Qué esperas
de él?
Realmente,
las pretensiones son muy sencillas: hacer lo que uno ama y amar lo que uno
hace. Atreverse a confiar en la intuición, trabajar por los propios sueños,
investigar hasta dar con algo válido y hacer el esfuerzo de hacer que esos
hallazgos sean comprensibles para tus amigos. Intentar hacer lo que no se sabe,
recordar lo que no se había aprendido, no perder nunca la sensación de estar
empezando...comenzar un camino, poco a poco, y esperar que esa acción estimule
a otros a buscar su propio destino. A la hora de enfocar el disco, comencé a
grabar directamente las primeras maquetas ya en Manitú Producciones, nuestro
estudio de confianza, y decidimos editar ese primer material, desarrollando las
primeras ideas hasta sintetizar el ambiente que estábamos buscando. Le hemos
dado mucho valor a la creatividad del primer momento, potenciando esa intención
inocente de quien se está descubriendo a sí mismo, de quien se ve por primera
vez reflejado en el otro lado del espejo. Está lleno de primeras tomas, todo es
de la primera vez que se cantó o se tocó, es un boceto publicado, un cuaderno
de trabajo abierto a la mitad del proceso y por eso va acompañado del libro que
ayuda a explicar los motivos de cada una de las piezas, que son como capítulos
de un viaje en curso. Estoy mostrando lo que tengo hasta ahora, en ningún caso
es un tratado finalizado ni una producción acabada, sino una muestra de
propuestas sonoras y vitales, de posibles líneas de trabajo. Lo máximo que
puedo esperar al enviar mi mensaje es que provoque a la gente a realizar su
propia búsqueda. Y que esta música pueda hacer bailar a la mente, al corazón y
al cuerpo al mismo compás, para que podamos ponernos a gusto de verdad.
¿Cuáles son los planes de Raúl Rodríguez
para lo queda de 2014 y primeros de 2015? Suponemos que girar el disco por
salas y festivales, ¿pero algo que puedas adelantarnos? ¿Eventos importantes?
En
lo que resta de 2014 seguiremos dando a conocer el trabajo y preparando la
primera gira para 2015, que será el año de ponerlo en pie en directo en todos
los lugares a los que pueda llegar este soniquete mestizo. Comenzaremos
haciendo la presentación en Barcelona, el 10 de enero en el mítico Jamboree y
continuaremos con una gira andaluza en la primera quincena de febrero.
¿Crees que el mundo digital va a acabar
con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy? ¿Cuál es el futuro del
músico?
La
actividad musical humana tiene más de 45.000 años y es más resistente que la
mayor parte de sistemas productivos, hay patrones rítmicos y danzas que han
durado más que los mayores imperios, lo que nos da una idea clarísima de que la
música no va a desaparecer aunque quisiéramos acabar con ella. Durante los
últimos 50 años vivimos una explosión industrial vinculada a la música grabada
y a la comercialización del producto acabado que generó un imperio de
multinacionales, pero esa estructura, muy parecida a otras
"burbujas", ha desaparecido casi por completo y hoy hemos llegado al
punto contrario: la música perdió su "precio" y ya casi nadie paga
por nada, se generó la idea de que la música debe ser de consumo
gratuito...pero no es gratis hacerla. Hacer los discos cuesta esfuerzo y
dinero. Pero, aunque la actividad creativa esté tan castigada, hay que seguir
inventando, desde instrumentos nuevos, a nuevos estilos y nuevos formatos de
publicación, no podemos detenernos aunque no haya facilidades. Poco a poco
estamos empezando a recuperar la relación del músico con el público de manera
directa, sin mediaciones, lo que nos lleva a situaciones nuevas pero no tan desconocidas
para la práctica musical. Quizá el futuro del músico se vincule a las funciones
que ya cumplió en el pasado, cuando la música era más un “valor de uso” que un
“valor de cambio”... quizá tengamos que hacer conciertos muy interactivos con
el público, cambiar los repertorios, improvisar y no parar de provocar
situaciones nuevas, para que la gente recuerde que la música se hace real en la
"performance" de la interpretación creativa, en la construcción
colectiva de un momento único, para que podamos recuperar una manera de
sentirnos vivos cada vez que haya un concierto y recobremos la necesidad de la
música en vivo.
Viendo el panorama del fin de semana en
cada ciudad, con una grandísima oferta de conciertos, ¿es cierto que parece que
hay una nueva era dorada de los directos?
Puede
que estemos empezando a llegar a ese punto de darle valor a la música hecha en
el momento, al cante vivo. A nivel de interacción, creo que hay de nuevo una
conexión entre los públicos y los creadores, que estamos acercando posturas
entre nosotros sin esperar apoyos exteriores. Pero las condiciones con las que
se trabaja ahora son durísimas. Los locales tienen que hacer maravillas para
poder programar conciertos, sorteando legislaciones casi prohibitivas, los
grupos nos la jugamos casi siempre a taquilla (o a lo que queda, tras descontar
el 21% de IVA, los derechos de autor, los gastos de producción...). En general,
salvo casos muy aislados, estamos viéndonos obligados a trabajar con una
precariedad peligrosísima que está castigando mucho al sector, pero que en todo
caso no ha conseguido acabar ni con la creatividad ni con la necesidad de ir a
los conciertos. Espero que vengan mejores tiempos para la lírica.
¿Cuál ha sido tu mejor momento/recuerdo
en la música?
Todos
mis recuerdos musicales están vinculados a experiencias fuertes y mágicas,
todos los días son una aventura. Guardo una impresión imborrable de dos días,
el primero y el último: la primera vez que subí al escenario, en diciembre de
1991, con mi primer grupo, Los Innombrables, en Punta Umbría, y el último
concierto en la Sala Galileo, el pasado 27.11, en el que presentamos “Razón de
Son” en Madrid, con la increíble banda
que se ha sumado al proyecto: Mario Mas, Guillem Aguilar, Aleix Tobías y Pablo
Martín Jones.
¿Tienes alguna opinión de la actual
situación de España y del mundo en general, que quieras compartir con nosotros?
Por
supuesto, comparto el deseo de que los modelos de pensamiento se renueven, que
se transformen las estructuras de poder, que no domine la lógica salvaje del
dinero y que caminemos hacia un sistema en el que el reparto de esfuerzos sea
más justo. Nuestra generación tiene que dar un paso al frente e intentar
incidir en el futuro del mundo, aportando lo mejor que podamos aportar, nuestra
creatividad. Tenemos que atrevernos a cantar nuestros propios cantes.
RAÚL RODRÍGUEZ
Razón de Son (2014)
MISCELÁNEA
¿Podrías recomendarnos…
...un libro?:
“El mar de los deseos” (Antonio García De León)
...una película?:
“El viaje a ninguna parte” (F. Fernán Gómez)
...una canción?:
“I´ll be your mirror” (The Velvet Underground & Nico)
...un álbum?:
“Veneno” (1977)
...un grupo o solista?:
Martirio.
...una afición?:
La del Betis.
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