LA CRÓNICA
por Diana Martíinez / Nuria Martínez
Son muchas las personas que buscan o escriben “Newman”, como hijo del grandísimo "Paul" o como si de un grupo anglosajón se tratase. De Murcia o de la profunda California, Neuman suena con un inglés impoluto y bien premiado por ello; es producto interior bruto y es admirable.
Esta vez sí, creo que la banda de Paco Román puede sentirse orgullosa de su visita a la capital, colgando el cartel de "sold out" por segunda vez consecutiva en tan poco tiempo. Y lo que es más importante, culminar el concierto en una sala, que venía con críticas de base y poco a su favor.
La idea de empezar con una canción de aproximadamente diez minutos de guitarra, fue la perfecta introducción para meternos en su lado más post-rock con "Baby in my arms". Sólo era la carta de presentación de lo que sería un cambio de registros musicales constantes, tantos, como cambios de guitarra. Pasando del pop-Rock de su disco presentación "If", a los toques de folk muy de Bye Fear/Hi Love o a la acústica más delicada y en mi opinión enérgicamente preciosa de su disco The Family Plot.
Pero sin duda, el predominio de la noche fueron melodías infinitas de guitarra eléctrica como la de Too pretty, con acordes perfectos y recordando mucho a ese glam rock originado en los 70 y de principios de los 80. En ocasiones demasiado enredado con la guitarra y poco vocal pero con una combinación celestial de ambas. Llama la atención la gran complicidad de la banda, piano, bajo, batería...importante consorcio para soportar tanto instrumental.
Han pasado sólo cuatro meses desde su anterior concierto en Madrid, que han servido de guía perfecta para una depuración y selección insuperable de canciones para éste último.
Canciones que se echaron de menos, sonaron esta vez para terminar de meterse a los incondicionales y a los que a partir de ahora lo serán, como yo, en el bolsillo.
Seremos felices si vuelve a pasar tan poco tiempo para volver a ver a este grupazo.
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