EL ARTISTA
Rodrigo Rodríguez (Argentina, 29 de agosto
de 1978), es un reconocido compositor, maestro, e intérprete de shakuhachi
hipano-argentino. Formado en la música clásica desde su niñez, estudió guitarra
clásica la mayor parte de sus años previos al shakuhachi.
Como compositor y músico tiene más de 6 discos
publicados.
Es además musicólogo y divulgador especializado en
diversos estilos musicales de shakuhachi.
Rodrigo ha vivido en Tokio (Japón), donde se formó en la flauta
tradicional Japonesa bajo la disciplina del maestro Kakizakai Kaoru en The International Shakuhachi Kenshunkan
School, y con Kohachiro Miyata,
uno de los líderes del shakuhachi en Japón.
En el 2012, Rodrigo
recibe invitación del Ministerio del Exterior Ruso para actuar en el
Conservatorio de Moscú (Tchaikovsky Conservatory) en el XIV
International Music Festival "The Heart of Japan", siendo el
primer músico no nativo japonés, y concertista europeo de shakuhachi actuando
para el destacado auditorio.
Cabe destacar además que actuó en lugares como el Tokyo
Imperial Hotel, eventos culturales de la NHK, y en el Gran
Buda de Kamakura, uno de los iconos más famosos del Japón.
EL DISCO
The Road of Hasekura Tsunenaga. Music for
shakuhachi flute (2013) (La Ruta de Hasekura
Tsunenaga Música para flauta shakuhachi), se crea con motivo del aniversario de
los 400 años, celebrado entre el año 2013-2014, el músico Rodrigo Rodríguez publica un álbum "edición especial" de
música tradicional Japonesa y contemporánea dedicado al primer embajador
Japonés Hasekura Rokoumon Tsunenaga
con el soporte y apoyo de Fundación Japón, Ayuntamiento
de Coria del Río, Asociación Galicia Japón, Embajada
de Japón en España y SGAE.
Este álbum, de flauta shakuhachi tradicional y contemporáneo,
está dedicado al embajador japonés y samurai, Hasekura Rokuemon Tsunenaga (1571-1622).
Entre los años 1613 a 1620, Hasekura encabezó una
misión diplomática en el Vaticano en Roma, viajando a través de la Nueva España
(llegando a Acapulco y saliendo desde Veracruz) y visitó varios puertos de
escala en Europa. Esta misión histórica se llama la Embajada Keicho, y continuaba a la Embajada Tensho de 1582. Una colección de piezas de las escuelas de shakuhachi, Tozan
Ryū, Nesaza Ha, Kinko Ryū y Mu-ryū, fueron
seleccionadas por Rodrigo Rodríguez
para este álbum conmemorativo, así como composiciones originales temáticas,
inspiradas en la misión de Hasekura
Tsunenaga.
LA ENTREVISTA
¿Por qué Rodrigo Rodríguez se inicia en el mundo de la música
en vez de un trabajo “normal”? ¿Por qué la flauta shakuhachi y no otro
instrumento musical?
Bueno, en principio,
la música es un trabajo normal, quizás poco valorado en esta sociedad moderna
que nos tocó vivir.
Era un niño cuando
un día mis abuelos me dejaron un radiocassette. Había varias músicas para
escoger. Empecé a escuchar un cassette sin saber realmente lo que estaba
escuchando, ni quien era el compositor.
Eran unas obras de
Mauricio Ravel, el ‘Bolero de Ravel’ exactamente. Caí totalmente seducido, y
recuerdo que me entretenía escuchándola una y otra vez…
Esta anécdota no
tiene nada que ver con el shakuhachi. Años más tarde estudié guitarra,
dedicando mayor parte de mi adolescencia a la guitarra clásica.
Un día llego a mis
manos un álbum de música Zen que un familiar me prestó. Tenía unos 12 años, me
encantó el sonido y me atrajo mucho las melodías tan exóticas que producía este
instrumento.
Pasaron muchos años
hasta que decidí estudiar shakuhachi.
El estilo de música que interpretas es de absoluta
inspiración oriental, pero ¿cuáles ha sido tus influencias más directas para
llegar a este estilo de música que haces?
Las influencias más
directas son de mi maestro Kohachiro Miyata. Él, es un músico destacado,
compositor e intérprete de shakuhachi del siglo XX.
Su música ha marcado
mucho, y es una referencia a donde quiero llegar con el sonido y expresión.
Suelo escuchar
muchos tipos de músicas, no solo japonesa: de Medio Oriente, Asia Central,
Clásica Europea,… todas estas son además una influencia.
Quizás, todo lo que
escuchamos en el día a día, también sea una influencia: ruidos, murmullos en la
ciudad, sonidos de la naturaleza, etc.
¿Qué te inspira para la composición de los temas que
componen tu trabajo The Road of Hasekura
Tsunenaga (2013)?
’The Road of Hasekura
Tsunenaga’, es un disco dedicado al primer embajador Japonés. Es una edición
especial que protagoniza el viaje histórico de Hasekura. Solo pensar que en el
1614 llegó una embajada a la España de Felipe III, es realmente fascinante. Un capítulo
poco conocido que me motivo para este disco.
La idea de grabar
este disco fue decisión propia.
En este proyecto
recibí el apoyo nominal de Fundación Japón, Embajada del Japón, Casa Galicia
Japón (Presidenta Megumi Shiozawa), y el Ayuntamiento Coria del Río.
¿Por qué has titulado, The Road of Hasekura Tsunenaga a este disco? ¿Puedes contarnos
alguna anécdota durante la grabación del disco?
Tarde tiempo en
decidir qué título poner a este proyecto. Muchos títulos se me venían a la
cabeza, pero creo que el más apropiado era ‘La Ruta de Hasekura Tsuneanga’. El
embajador tuvo que hacer un viaje largo y denso, lleno de incertidumbre y
coraje en busca de buenas relaciones con la España de aquellos tiempos. Aunque
su misión fue fallida después de tanto esfuerzo, Hasekura dejó legado, y su
ruta marcó un lazo importante entre España y Japón.
El periodo de
grabación fue alrededor de 1 año. Hay piezas como solista que son del
repertorio Honkyoku (piezas que tocaban los monjes Komuso) que son las que
representan la presencia de Hasekura Tsunenaga. Otras piezas son modernas,
compuestas por mi o arregladas por Kohachiro Miyata. Las sesiones de
grabación fueron intensas, pero a la vez enriquecedoras.
Has estudiado con los mejores músicos japoneses de
shakuhachi y, como Kakizakai Kaoru y Kohachiro Miyata, entre otros. ¿Alguna
curiosidad que contar en aquellos momentos con ellos?
El aprendizaje en
Japón y el trato con el profesor es muy diferente que lo que podemos ver en
occidente. Existen muchas cosas chocantes al principio pero que son lógicas,
como por ejemplo la puntualidad en los horarios, la disciplina y el foco en el
momento.
Al principio mis
periodos de residencia en Japón eran cortos: 1 mes, 2 meses, a veces 3…
Luego me casé allí
con mi primer matrimonio, y viví muchos años. Cuando pasa el tiempo, todo lo
que me resultaba nuevo o chocante, ya se convertía en rutina e incluso
agradable, solo es cuestión de tiempo.
¿Qué expectativas tienes en este disco The Road of Hasekura Tsunenagas? Si yo
quisiera una copia del disco, ¿cómo podría conseguirla?
El disco fue lanzado
el pasado 1 de marzo de 2013, y actualmente se está vendiendo a nivel nacional
e internacional. Además, el disco fue aprobado por la embajada de Japón y
regalado al príncipe Naruhito en su visita a Japón.
Está disponible en
las tiendas más conocidas en formato CD o Mp3.
Las expectativas son
muchas. Existen muchos proyectos con mi sponsor de cara para el futuro, pero
es importante para mi que la música del
shakuhachi y su información cultural llegue a la gente.
¿Cuáles son los planes de Rodrigo Rodríguez para lo que
queda de 2013 y primeros de 2014?. Suponemos que girar el disco por salas y
festivales, ¿pero algo que podías adelantarnos? ¿Eventos importantes? ¿Para
cuándo nuevas canciones?
Este año dual voy a
ofrecer actuaciones en España, dedicando toda mi energía y tiempo en asistir a
eventos culturales relacionados con Japón y el aniversario.
A finales de
septiembre tengo gira en Sudamérica, Colombia, donde actuaré en el Festival de
la Música Sacra de Bogotá.
A mi regreso a
España, tengo unas semanas de conciertos, y luego marcho para Japón donde
ofreceré conciertos en Tokyo, y en la prefectura de Gunma.
¿Crees que el mundo digital va a acabar con el mundo de
la música tal y como lo conocemos hoy? ¿Cuál es el futuro del músico?
Es incierto. El
mundo digital y las nuevas tecnologías son una gran ayuda y a la misma vez un
obstáculo. No tenemos que
olvidar que vivimos en un mundo físico, donde a la gente nos gusta tocar,
tener, y palpar.
Es difícil saber el
futuro de los músicos, porque existen muchas músicas y estilos diferentes. En
este mundo tan descarrilado, me da la sensación que es necesaria la presencia
del música, porque la música no solo es sonido, además es un conductor de la
información en el tiempo.
Viendo el panorama del fin de semana en cada ciudad (al
menos en España), con una grandísima oferta de conciertos, ¿es cierto que
parece que hay una nueva era dorada de los directos?
Si existe. Vivimos
tiempo difíciles, y me alegra ver que la gente con esfuerzo salga y viva la
música. Acudan a eventos y se involucren en el ámbito cultural, es importante
que el pueblo no deje nunca estos hábitos.
Existen culturas que
en momentos de crisis han sobrevivido gracias a la música. La música es la
identidad de una sociedad o de un pueblo.
¿Cuál ha sido tu mejor momento/recuerdo en la música?
Tengo muchos: momentos
en el escenario, después de una actuación, y sobre todo con mi profesor
Kohachiro en clase.
Unas de mis mejores
experiencias hasta el momento fue en el Conservatorio Tchaikovsky, actuando en
el Festival Internacional "Nihon No Kokoro". Ver y sentir lo fiel que
es el pueblo Ruso a la cultura fue realmente sorprendente.
¿Tienes alguna opinión de la actual situación económica
de España y Europa general, que queráis compartir con nosotros?
Si por supuesto. Es
triste que por un grupo de personas con autoridad y poder, sufran millones de
personas inocentes, es una injusticia que esperemos algún día cambie y vivamos
en una sociedad más justa para todos.
Rodrigo Rodríguez - Sagari Ha
(Dojo Ze, Ourense, 03-11-2012)
MISCELÁNEA
¿Podrías decirnos…
...un libro?:
El Clan del Oso
Cavernario (1986) de Jean M. Auel.
...una película?:
Zen (2009) de Banmei Takahashi.
...una canción?:
Sanya (1977) de Kohachiro Miyata.
...un álbum?:
The Shakuhachi flute
(1977) de Kohachiro
Miyata.
...un grupo o solista?:
Kohachiro Miyata.
Muchísimas gracias por tu tiempo y un verdadero placer
poder hablar contigo.
Muchas gracias por
la entrevista, Josechu.
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