EL ARTISTA
Ángel Montero Herrero
(Madrid, 1989), comienza sus estudios musicales oficiales a los nueve años,
finaliza en 2009 el Grado Profesional de piano, y en 2010 el de órgano, cursado
con Anselmo Serna, ambos con
calificación final de sobresaliente.
Es asimismo Licenciado en Filología Hispánica (UCM, 2012).
Estudia actualmente Grado Superior de Órgano en el Centro Superior de Enseñanza
Musical Katarina Gurska (Madrid)
con los profesores Roberto Fresco y Daniel Oyarzábal.
Ha realizado numerosos cursos de especialización con
profesores como Montserrat Torrent, Edoardo Belloti, Jon Laukvik, Michael
Radulescu y Lugder Lohmann.
Recibió en 2010 el premio Andrés Segovia - José Miguel Ruiz
Morales en las jornadas de Música
en Compostela. Es organista de la Catedral de Segovia, así como de la
iglesia parroquial de Lastras del Pozo, en Segovia, y colabora regularmente con
otras parroquias.
Ofrece desde los dieciséis años audiciones de órgano en
numerosos lugares de la geografía española y desarrolla una actividad intensa
como acompañante, tanto con solistas como con diversas agrupaciones, que le ha
llevado a realizar conciertos en Francia y Marruecos. Participa intensamente en
la difusión del órgano y su música como miembro activo de la Asociación Correa de Arauxo de Amigos del
Órgano de Segovia.
Colabora desde 2009 con María del Barrio, con diferentes propuestas musicales que abarcan desde la música medieval hasta la contemporánea, y que han llevado a diferentes lugares de la provincia de Segovia, pero también a diversos escenarios de París, Tours, Tetuán, Madrid, Valladolid y Toledo.
Colabora desde 2009 con María del Barrio, con diferentes propuestas musicales que abarcan desde la música medieval hasta la contemporánea, y que han llevado a diferentes lugares de la provincia de Segovia, pero también a diversos escenarios de París, Tours, Tetuán, Madrid, Valladolid y Toledo.
LA ENTREVISTA
¿Cómo es ser músico profesional? ¿Cuántas
horas diarias se pueden llegar a dedicar al estudio? ¿Cuál es el panorama
actual para un músico de orquesta, de cámara o solista?
Ser
músico profesional es una dedicación apasionante, pero al mismo tiempo es muy
sacrificado. Dedicas tu vida a hacer lo que más te gusta sobre todas las cosas,
pero para ello estás constantemente renunciando a mucho.
Como
meta ideal y como músico, me propongo estudiar todos los días entre cinco y
seis horas; últimamente veo necesario incluso alcanzar las ocho horas de
estudio. El problema es que no todos los días existe este tiempo disponible…
El
panorama actual en España es un tanto ambiguo, al menos así lo veo yo. A pesar
de los numerosísimos festivales, las programaciones de los auditorios, las
clases en los conservatorios y escuelas de música, la música se percibe mayoritariamente
como un entretenimiento, como una parte más del ocio, muy poco valorada.
Mientras no sepamos aprovechar el enorme potencial que tiene la música para
solucionar conflictos, para curar enfermedades,
para conmover corazones, e incluso ―¿por qué no?― para derivar razonamientos científicos, estaremos sin
duda en una segunda línea cultural.
Aparte de una excelente técnica y
posición ¿qué tiene un músico excelente sobre el escenario?
Para
mí un músico excelente es aquel que no solo domina su instrumento y el saber
estar (quizás no sea eso lo más importante), sino también el que, con su
interpretación, es capaz de transmitir una experiencia sensorial que forma
parte de la inefabilidad de la música. No hace falta ser un experto ni entender
nada de música para captar esa sensación, simplemente se deja notar cuando un
estremecimiento recorre el cuerpo del oyente.
En más de una ocasión oímos que el
instrumento es un órgano más del músico. Ángel ¿qué piensas al respecto? ¿Cómo
se transmite sin hablar con palabras en un concierto?
Los
músicos tendemos a buscar precisamente eso de nuestro instrumento, que sea una
parte más del cuerpo. Pienso que quizás los guitarristas y cellistas pueden
llegar a tener esto más asumido, ya que prácticamente “abrazan” sus instrumentos.
Los músicos de tecla, como es mi caso, necesitamos hacer de la técnica un modo
de “prolongar nuestros brazos” en el teclado.
No
creo que pueda explicarse ese poder transmisor de la música. Tampoco es fácil
llevarlo a cabo. Simplemente “surge”. Un truco que intento siempre poner en
ejecución, que me enseñó uno de mis grandes maestros, es cantar, tanto
interiormente como exteriormente, al mismo tiempo que toco. En definitiva,
sentir uno mismo la música.
¿Hay diferencias entre un músico
profesional dedicado a la música clásica y un músico profesional dedicado a la
música ligera?
Supongo
que hay diferencias de ambiente musical, de lenguajes melódicos y atmósferas rítmicas.
Pero la formación de cualquier músico pasa por dominar las mismas herramientas.
Incluso creo que son actividades que se complementan muy bien, todos los
músicos tendríamos que poder desenvolvernos en cualquier situación.
¿Qué podemos disfrutar en uno de tus conciertos, como por ejemplo, en los próximos que vas a ofrecer dentro del IV Ciclo de Conciertos de Órgano en Lastras de Pozo?
¿Qué podemos disfrutar en uno de tus conciertos, como por ejemplo, en los próximos que vas a ofrecer dentro del IV Ciclo de Conciertos de Órgano en Lastras de Pozo?
El día 7 interpretaré un programa variado, como por otra
parte suelen ser los conciertos de órgano, prestando atención a la música
española antigua, con los autores Francisco Correa de Arauxo, José Ximénez y
Pablo Bruna; y también música antigua europea, con el compositor holandés Jan
Pieterszoon Sweelinck, los alemanes Johann Kaspar Ferdinand Fischer, Samuel
Scheidt y Johann Kaspar Kerll, así como el “inglés” Georg F. Haendel (de este
último tocaré un arreglo realizado ya en 1750 del conocido número “The Arrival
of the Queen of Sheba” de su obra Solomon). En definitiva, obras de los siglos
XVII y XVIII.
Hay otras dos obras
en el concierto que se salen de este esquema, ya que son creaciones
contemporáneas. Una de ellas, Caminito, Caminando, del alemán Robert M.
Helmschrott, se compuso hace una década con ocasión del Festival Internacional
de Órgano de León, y está basada en la melodía de un villancico leonés. Es una
música fresca, que juega con un lenguaje barroco, pero adaptado a las líneas
compositivas actuales.
La otra pieza contemporánea que interpretaré está recién
salida del horno. De hecho, se ha terminado de componer hace unas pocas
semanas, ya que su estreno estaba dirigido a un concierto recientemente
realizado en un pueblo de Valladolid llamado Matapozuelos. El compositor,
Álvaro Carretero, también organista y amigo mío, ha tenido el detalle de
cederme esta obra para interpretarla en Lastras. Se trata de Improvisación
sobre Puer natus est, una pieza que basa sus motivos melódicos en el conocido canto
llano religioso. Tiene un lenguaje minimalista, crea efectos y atmósferas muy
interesantes y aprovecha muy bien los recursos del instrumento. Creo que sin
duda será muy bien acogida.
Con estas dos obras
contemporáneas quiero reivindicar que nuestro instrumento, el órgano, es un
instrumento vivo. De hecho, es el instrumento por antonomasia, cuyo repertorio
se sumerge en toda la historia de la música. Otros, como el clave o la
chirimía, vieron la decadencia de su repertorio y cómo prácticamente se dejó de
componer. En cambio el órgano siempre supo adaptarse a cada período artístico,
aunque evidentemente ha tenido momentos más importantes que otros. Sin embargo,
creo que la producción contemporánea en órganos históricos juega un papel
decisivo en el futuro de estos instrumentos, a pesar de que es un repertorio
mucho menos conocido y difundido que el renacentista, el barroco o el
romántico.
¿Puedes contarnos alguna anécdota en
algún concierto? ¿Cuál es el sitio más exótico donde habéis actuado?
Anécdotas
hay muchas. A veces es mejor que no las haya. El órgano es un instrumento de
viento que se abastece de aire a través de unos fuelles grandes, que hasta
finales del siglo XIX se accionaban con fuerza humana, pero que desde entonces
se mantienen llenos gracias a un motor-ventilador eléctrico. Esto hace que, en
ocasiones, exista un factor sorpresa no muy agradable. En una ocasión, justo
antes de empezar un concierto, se estropeó un componente del cuadro eléctrico
del órgano, lo cual hizo que casi se tuviera que suspender el concierto, de no
haber sido por un tío mío que había ido a escucharme y que entendía un poco del
tema, que fue quien hizo que, gracias a un empalme bastante rudimentario, el
sistema echase otra vez a andar.
En
otra ocasión, en medio de un concierto, se fue la luz de la iglesia, lo que
arrastró consigo también el interruptor del órgano. Afortunadamente, se
restableció bastante rápido y los fuelles no llegaron a vaciarse…
El
sitio más exótico al que, de momento me ha llevado la música, ha sido en una
actuación con María en Marruecos, más concretamente en Tetuán. Guardo muy
buenos recuerdos del viaje, porque no conocía el país y me impactó casi todo lo
que vi.
En muchas ocasiones se echa en falta la
presencia de público joven en los auditorios ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué se
puede hacer?
No
creo que haya una explicación única para este problema, lo veo más como un
conjunto de problemas tan complejo como difícil de resolver. Por un lado, veo
obvio el papel que juega la educación en todo esto. Tenemos un sistema
educativo al que la música le importa bastante poco. No se trata de que los
niños aprendan un par de nociones de solfeo, los nombres de las notas
musicales, un dominio discreto de la flauta dulce y cuatro nombres importantes
en la historia de la música. La música se debe amar desde dentro: amando un
instrumento. Creo que debería facilitarse mucho más el estudio de la música
desde edades tempranas, el acceso a instrumentos, etc. El que un niño o una
niña aprendan con cinco años a tocar el piano o el clarinete no significa que
vayan a dedicarse profesionalmente a ello, pero lo que no cabe duda es que ese
aprendizaje musical les marcará para que en el futuro tengan sensibilidad por
la música y acudan a conciertos, además de todas las ventajas que, según los
científicos, la música aporta para el desarrollo del ser humano.
Además
de todo esto, por supuesto, hay otros factores. Quizás, entre las muchas
distracciones que un joven tiene a su alcance hoy en día (videojuegos,
internet, televisión, deportes, discotecas, etc.), el acudir a un concierto no
se les haga muy atractivo…
¿Cuáles son tus planes para el resto del
2013 y comienzos del 2014? ¿Algún concierto importante? ¿Festivales? ¿Salidas
al extranjero? ¿Nuevas grabaciones, quizás?
Además
de los conciertos de Lastras del Pozo, me queda un concierto en la provincia de
Ciudad Real y mi colaboración habitual en la liturgia de la Catedral de Segovia
y de Lastras del Pozo. Quizás sea pronto para hablar de planes para más
adelante, aunque ya se están fraguando un par de compromisos en Madrid y quizás
un compromiso fuera de España, pero, como digo, aún queda tiempo por delante.
¿El mundo digital va a acabar con el
mundo de la música tal y como lo conocemos hoy en día? ¿Cuál crees que es el
futuro del músico?
Afortunadamente,
la música tiene un componente inmaterial, absolutamente efímero, que deja de
existir cuando se trata de un archivo en formato digital. En un concierto, el
intérprete contacta con su público. En una grabación, se trata de buscar la
perfección interpretativa, amén de otras finalidades. Sinceramente, para un
intérprete de la música de órgano como yo, este no es un problema que me
preocupe en estos momentos. Veo el futuro del músico como el presente y el pasado:
el músico ha sido, es y será siempre un artista más, y como tal tenderá a hacer
partícipes al resto de personas de su interpretación personal de la realidad a
través de su arte.
¿Cuál ha sido tu mejor momento / recuerdo
en la música?
Creo
que es más sencillo pensar en los momentos menos afortunados que en los mejores
momentos. La música muchas veces conduce a bellos e imborrables recuerdos.
Sería imposible decir uno solo.
MISCELÁNEA
¿Podrías recomendarnos…
...un libro?:
Cualquiera
de Ramón Pérez de Ayala. Si tuviera
que decantarme por una de este autor, quizás fuese Tigre Juan y El
curandero de su honra. Pero es difícil decir solo una, hay miles
imprescindibles (La Regenta de Clarín,
La
desheredada de Galdós, La
ciudad de los prodigios de Eduardo
Mendoza, …)
...una película?:
Admiro
los últimos trabajos de Woody Allen,
también me gustan las películas comerciales de superhéroes, pero tengo que
decir que una de las que más me han gustado en los últimos años ha sido Bon
apetit de David Pinillos.
...una obra?:
Cada
vez que piso el Museo del Prado no puedo dejar de visitar el cuadro de El
descendimiento de Van Eyck.
Simplemente impresionante, por todo lo que transmite, la expresión de los
rostros, el tono de los colores, la teatralidad de las posiciones… Una obra
geniel.
...un álbum?:
La
grabación de los conciertos de Vivaldi
realizada por The English Concert para Deutsche
Gramophon, dirigidos por Trevor
Pinnock. Tiene ya bastantes años, pero mantiene una frescura que me encanta
cada vez que lo escucho. Y Vivaldi
es otra de mis debilidades…
...un solista?:
Gustav Leonhardt.
Gracias
por tu tiempo y encantado de hablar contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario