EL DISCO
El retorno al mundo
discográfico del vocalista y compositor madrileño, Juan Manuel Moratinos “Moravia”,
muchos años después de la publicación de su primer álbum, “Matices”. "Entre
sueño y realidad" (2013) es el título de su nuevo disco, en cuya
producción han intervenido músicos de renombre, como José María Guzmán (Solera, Cánovas-Rodrigo-Adolfo y Guzmán, Cadillac…), Juan R. Cánovas
(Cánovas-Rodrigo-Adolfo y Guzmán) o Gema Tortuero (Lady Cherry, cantante de The
Ladies).
MORAVIA
Entre sueño y realidad (2013)
El diseño gráfico es
obra del gran Tony Luz (ex de Los Pekenikes, entre otros).
Todos los temas del
álbum (14 cortes y 56 minutos de audición) están compuestos por el propio Moravia, a excepción de una adaptación
autorizada exclusiva del clásico de
Simon & Garfunkel "The 59th street bridge song (feelin'
groovy)", con el título “Estoy vivo” (con Guzmán en los coros y la voz solista de
Cánovas al final).
Moravia
toca todas las guitarras del disco (colaboraciones aparte), además de dirigir
los arreglos, la programación y la producción del álbum. Desde el pop irónico
de "Ser
tan feliz" a la balada rock de
"Rosaventero", pasando por los ritmos afrolatinos ("Oh,
Rosa", "Así, viajando", el instrumental "Espíritu de
Selaginella"), el rhythm & blues de "Blues de los Galácticos"
o el más pausado de "Bailarina (gira, gira, gira)", o los textos
reflexivos de música de autor (“Hojas pardas del mes de abril”, "Náusica",
"Así,
viajando”, "Final de trayecto"), "Entre sueño y
realidad" ofrece un amplio abanico de estilos unidos por el sello
personal de este versátil artista de fina vena compositiva.
LA ENTREVISTA
¿Por qué Juan Manuel Moratinos elige
Moravia como nombre artístico?
Varias razones: por un lado, superar mi anterior etapa, tan alejada por
mi largo paréntesis; formar un grupo bajo cuyo nombre pueda enmarcar mis próximos
proyectos... y también (no voy a negarlo) desligarme a nivel artístico de
erróneas vinculaciones de parentesco con cierto político homónimo
contemporáneo.
El estilo de música que interpretas
en tus proyectos en solitario, están a caballo entre la música de autor, la
música Pop y el Rock, pero siempre intimista y preciosista,… ¿Cuáles son o han
sido tus influencias más directas para llegar a este estilo de música que haces?
Sin duda mis raíces están en el pop y el rock de los años 60 y 70, que
es la música que me fascinó en mi infancia y primera adolescencia; si bien,
aprender a tocar la guitarra de la mano del requinto del Trío Siboney y mi
subsiguiente integración en el grupo Sarmiento me embarcaron de pronto en la
música latinoamericana en sus más diversos estilos: un brusco viraje que sin
embargo me ha enriquecido mucho al final. El preciosismo tiene mucho que ver
con mi ánimo de crear mi sello personal a la hora de asimilar todas estas tendencias
sin caer en la dispersión, lo que no es nada fácil. Y eso lleva tiempo.
Tu último disco Entre sueño y realidad (2013) autoproducido,
cuenta con la colaboración de grandes e históricos del pop rock español, como
son José María Guzmán, Juan R. Cánovas, Gema Tortuero e incluso el diseño
gráfico de Tony Luz, ¿qué puedes decirnos al respecto? ¿Cómo consigues la
colaboración de tal elenco de artistas?
Excepto Gema, con quien me une amistad de unos años hasta hoy, el resto
de celebridades (ídolos de mis años mozos), me los tuve que ganar desde mi
completo anonimato para ellos: acudiendo a sus conciertos y hablando con ellos
al final, anotando sus contactos y recomendaciones... Lógicamente, podrían
haberme dicho no de algún modo, y el hecho de que, bien al contrario, contara
con su colaboración no sólo acrecentó enormemente la fe en mis posibilidades,
sino que habla mucho de la talla humana y profesional de todos ellos; algo por
lo que les estoy eternamente agradecido.
Uno de tus temas, Estoy vivo, es una versión autorizada de
forma exclusiva del clásico de Simon & Garfunkel, The 59th
street bridge song (feelin' groovy). Cuéntanos cómo se consigue algo así.
Esto fue todo una bicoca. Durante una visita a Nueva York en 2008 se me
ocurrió visitar la editorial de Paul Simon -uno de los músicos emblemáticos de
mis inicios-, ubicada en el Brill Building de Broadway (hasta ese momento
desconocía la fama de ese edificio). Una vez más, me vi allí como un
desconocido cuya presencia repentina necesitaba de una justificación para no
ser tomado por un friqui más o menos sospechoso. Y el argumento fue solicitar
la adaptación de la letra al español de esta canción (no precisamente mi
favorita del repertorio de S&G). Lo curioso fue que, de vuelta en Madrid
días después, recibí una llamada de Universal (editora que gestiona el repertorio
de Paul Simon en España) confirmándome la autorización para la adaptación y
preguntándome de paso quién era yo para haberla conseguido, lo que consideraban
muy extraño, sobre todo para un músico desconocido. Sin duda, esto fue el
primer espaldarazo para lanzarme a grabar el disco.
¿Por qué le titulaste Entre sueño y realidad a tu último disco?
¿Puedes contarnos alguna anécdota durante la grabación del disco?
Buscaba una frase emblemática con sentido para titular el álbum, y la
encontré en el primer verso de uno de los temas, “Así, viajando” (“A medio
camino entre sueño y realidad...”)
¿Anécdotas? En “Así, viajando” precisamente experimenté con las
percusiones, hasta el punto de que una noche comiendo una tarta en un
cumpleaños descubrí el interesante sonido al golpear el plato de plástico
(vacío). Y hecho: comparando sonidos en platos de distintos fabricantes, al
final utilicé uno de Dia y otro de Carrefour en la grabación del tema. Y como
tales aparecen reflejados en los créditos del disco.
¿Por qué ha pasado tanto tiempo
entre tu anterior disco Matices y
este nuevo trabajo? ¿Qué has hecho todo este tiempo?
La grabación de Matices y los
términos contractuales con la discográfica fueron episodios bastante desastrosos
para mí y algo de lo que tardé en recuperarme. Mientras, me he estado ganando
la vida como profesor de inglés de ESO. Sin embargo, nunca me he desligado de
la música en todo este tiempo; no sólo porque he seguido componiendo, sino
produciendo también música para bandas sonoras de cortometrajes. Además me he
dedicado a la literatura: escribiendo guiones de corto y largometraje; incluso
ando inmerso en la escritura de dos novelas desde hace tiempo.
¿Qué expectativas has puesto en
este nuevo disco Entre sueño y realidad?
¿Qué tal está siendo la acogido por parte del público y de la crítica?
Mucha gente me dice que no he podido elegir peor momento para volver...,
pero ¿quién asegura que el futuro va a ser mejor? Simplemente la vida pasa y,
como la lluvia, uno no puede esperar eternamente a que escampe. Estoy
mentalizado para que mi confianza en este disco no se vea minada por la cruda
realidad de la crisis (las crisis, más bien, pues varias son las que confluyen
en el mundo de la música de hoy). Lo cierto es que las pocas críticas que me
han llegado hasta ahora son buenas, y eso me ayuda a mantener mi ánimo y mis
opciones, sin duda, a pesar del chaparrón.
¿Cómo se pueden conseguir este y
trabajos anteriores tuyos?
Entre sueño y realidad está actualmente disponible en CD en las
tiendas FNAC; en las demás, supongo que se puede obtener previo encargo. A
nivel on-line está igualmente disponible en las tiendas especializadas,
principalmente Spotify, Amazon, iTunes...
Matices (Moratinos)
puede encontrarse igualmente, aunque menos, en tiendas digitales. Pero el
CD y hasta el LP original -pues este disco se editó en vinilo en 1992- creo que
se vende en Ebay y otras webs de coleccionistas.
¿Cuáles son los planes de Moravia
para lo que queda de 2013 y primeros de 2014?. Suponemos que girar por salas y
festivales, ¿pero algo que podías adelantarnos? ¿Eventos importantes?
Básicamente, actuaciones promocionales en foros de FNAC y entrevistas
puntuales en distintos medios de radio y TV. Las giras están previstas para más
adelante, así como otro tipo de apariciones que supongo irán saliendo. Al
tiempo. También estoy estudiando la ampliación de Moravia a formato de grupo,
que, como ya dije antes, es uno de mis objetivos ligados al cambio de mi nombre
artístico.
¿Crees que el mundo digital va a
acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy? ¿Cuál es el
futuro del músico?
Tal y como lo conocemos aún hoy, sí; estamos asistiendo a ello. Pero no
creo que acabe con la industria de la música en su conjunto. Sí parece que el
sector referente a derechos de royaltees está por desgracia casi tocado de
muerte por culpa de la piratería, sobre todo aquí en España, y eso a pesar de
la esforzada reconducción que se ha hecho hacia el mercado digital. Pero las
demás facetas de la industria musical seguirán con mayor o menor transformación
mientras la música exista. Es la ejecución humana (la música en directo), la
salida más fiable y rentable que veo por ahora y donde la industria debe
centrarse más, incentivándola y defendiéndola de amenazas externas como
impuestos abusivos o leyes injustas amparadas en la crisis global. Y a partir
de ahí, intentar reconstruir el resto,
aunque sea de forma diferente...
Viendo el panorama del fin de
semana en cada ciudad (al menos en España), con una grandísima oferta de
conciertos, ¿es cierto que parece que hay una nueva era dorada de los directos?
Sin duda. Aunque también es cierto que nunca ha habido tantos músicos
en activo como ahora. Pero a la fuerza ahorcan, y como dije en la pregunta
anterior, las actuaciones en directo son casi su única salida. Otra cosa es en
qué condiciones económicas (cachés) y cuántos locales y de cuánto aforo hay
disponibles para semejante avalancha de músicos.
¿Cuáles han sido tus mejores
momentos/recuerdos en la música?
Te diré dos. Uno fue cuando aprendí a tocar la guitarra movido por mis ansias
de componer, y eso me llevó a inventarme (descubrir más bien) acordes que no
conocía y que más tarde la teoría musical me confirmó. También cuando en
Alemania en los años 80 las vivencias que tuve entonces allá, muy emotivas,
fueron la inspiración para algunas de mis mejores canciones (en inglés); hasta
convertirlas en la banda sonora para un proyecto de largometraje titulado
“Nights of Europe”, cuyo guión finalmente escribí también y que espero ver
producido algún día. Ambos fueron momentos mágicos par mí.
Esto sería largo de debatir. De entrada, pienso que los grandes poderes
económicos (la banca, las multinacionales…) hoy más que nunca mandan sobre la
política. Ocurre en Europa, pero en España es descarado. Siempre he pensado que
la economía es ante todo una ciencia ética, y hoy sus magnates han decidido envilecernos
apretándonos con un par de vueltas de tuerca nuestros bolsillos para solventar una
crisis que ellos mismos han provocado con su codicia. Y nunca en los últimos 70
años como ahora los políticos, y no sólo en España, han sido tan mediocres y
sumisos (cuando no abiertamente cómplices) con el poder económico.
MORAVIA
Side Walk Cafe, New York (Noviembre, 2013)
MISCELÁNEA
¿Podrías recomendarnos…
...un libro?:
Cien
años de soledad (1967) de Gabriel García Márquez.
...una película?:
Bailar
en la oscuridad (2000) de Lars von Trier.
...una canción?:
Kodachrome
(1973) de Paul Simon.
...un
álbum?:
To the Heart (1976) de Mark-Almond.
...un grupo o solista?:
Beatles, Led Zeppelín,
Radiohead (no puedo decir uno sólo)
Muchísimas gracias por tu tiempo y un
verdadero placer poder hablar contigo.
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