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lunes, 21 de marzo de 2016

Alejandro Bustamante - El violín espiritual. Entrevista a Alejandro Bustamante


Nacido en Madrid en 1986, Alejandro Bustamante ha recibido una sólida formación internacional que comenzó en Madrid e Indiana (Estados Unidos) y continuó en Zaragoza y Berlín (Alemania), con figuras como Sergio Castro, Anna Baget, Mimi Zweig, Rolando Prusak, Sergei Fatkulin, Latica Honda-Rosenberg y Nora Chastain, y como músico de cámara con los Cuartetos Casals, Quiroga y Artemis, y con Eberhard Feltz.

Desde su debut como solista a los 19 años de edad, su sensibilidad, su capacidad de conectar emocionalmente con el público y la honestidad e integridad de sus interpretaciones han hecho de Alejandro Bustamante uno de los violinistas más valorados de su generación.

Vitalista y polifacético, destaca tanto en sus interpretaciones como solista con orquesta, como músico de cámara en diversas formaciones y ofreciendo recitales de violín solo, con un amplio repertorio que abarca desde el barroco hasta la música más vanguardista.

  
Como solista, Alejandro Bustamante ha tocado con orquestas como la Orquesta Sinfónica de RTVE, Orquesta de la Comunidad de Madrid, Orquesta Sinfónica de Brandemburgo, Orquesta de Cámara de la Schubertiada, Orquestra de Cambra Illa de Menorca y la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Chaco (Argentina), bajo la dirección de Maestros como Antoni Wit, Pablo González, Christoph König, Jonathan Webb, Juan Luis Martínez y Josep Vicent.
En 2010 grabó junto al pianista Enrique Bagaría, con quien forma un dúo estable, su primer CD para Columna Música con obras de César Franck, Eduard Toldrà y Olivier Messiaen.

Comprometido firmemente con la música de su tiempo y especialmente con los compositores españoles, programa frecuentemente obras de autores como Jesús Torres, Antón García Abril, Carmelo Bernaola, Miguel Bustamante o Joan Guinjoan, cuyo Concierto para violín y orquesta rescató e interpretó bajo expreso deseo del compositor tras casi treinta años desde su primera y única interpretación en su estreno.

Actualmente compagina su actividad concertística con una intensa labor pedagógica como profesor de música de cámara en el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León (Salamanca), y como profesor de violín en el Centro Superior Progreso Musical de Madrid, así como en numerosos cursos y clases magistrales a los que es invitado frecuentemente.

El miércoles, 23 de Marzo, a las 20:00, Alejandro Bustamente ofrecerá un recital de violín, con obras de J. S. Bach, H. I. Biber, J. Guinjoan y M. Bustamante, bajo el título de “El violín espiritual”


LA ENTREVISTA

Alejandro Bustamante empezó su carrera musical muy joven, apenas siendo una niño. ¿Por qué el violín y no otro instrumento musical?
Mis padres me llevaron a muchos conciertos desde que era muy pequeño. Y de todos los instrumentos que escuché hasta los 5 años el violín era el que más me impresionaba.

¿Cómo es ser músico profesional? ¿Cuántas horas diarias se pueden llegar a dedicar al estudio? ¿Cuál es el panorama actual para un músico solista?
Ser músico profesional para mí es un sueño hecho realidad. Desde mi adolescencia tuve claro que quería dedicarme a esto, porque sentía verdadera pasión por la música. Nada me hacía sentir tan vivo. La dedicación debe ser en cuerpo y alma si se quiere llegar a ser un gran músico. Dedicamos muchas horas al día, todos los días de la semana, y durante toda la vida. Pero es un esfuerzo muy gratificante. Al fin y al cabo trabajamos en permanente contacto con la belleza, lo cual es un enorme privilegio, un regalo. Aunque haya que dedicar mucho tiempo y mucho esfuerzo.
En cuanto al panorama actual, tiene muchas posibles lecturas. Seguramente no es el momento más sencillo, por la crisis económica que atraviesa el país. Pero yo soy muy optimista siempre, y creo que todos somos capaces de lo que nos propongamos. Cuanto más nos repitamos que todo está muy difícil, más desgastaremos nuestras energías y más nos autolimitaremos sin darnos cuenta. El mundo ya es lo suficientemente complejo para convencernos a nosotros mismos de que no hay salidas. Creo que terminamos consiguiendo lo que deseamos cuando nuestra ilusión y nuestra pasión son más fuertes que nuestros miedos y nuestros complejos.


A parte de una excelente técnica y posición ¿qué tiene un músico excelente sobre el escenario?
Un gran músico debe tener, ante todo, algo valioso que contar. Todo el trabajo técnico, tal como yo lo entiendo, debe estar destinado a eliminar las trabas físicas para que el mensaje que queremos transmitir pueda brotar libremente. Es un medio, no un fin en sí mismo. Y para tener algo valioso que decir hay que pasar mucho tiempo en contacto con la partitura, analizando, reflexionando, escuchando y haciendo propio el mensaje del compositor. Debemos convertirnos en la obra que tocamos, fusionarnos con ella. Es la única manera de ser convincente en el escenario y de comunicarte con el público.

En más de una ocasión oímos que el instrumento es un órgano más del músico ¿Qué piensas al respecto? ¿Cómo se transmite sin hablar con palabras en un concierto?
Efectivamente, lo ideal es que el instrumento se convierta en una extensión de nuestro propio cuerpo. Si lo sentimos como un elemento extraño nunca estaremos verdaderamente libres.
Nosotros transmitimos un mensaje exclusivamente a través de los sonidos. Pero eso, en vez de ser un impedimento, creo que refuerza nuestra capacidad de comunicación. Creo firmemente que la música expresa infinidad de cosas que las palabras no pueden expresar, porque las asociamos a conceptos más concretos y más limitados.

¿Hay diferencias entre un músico profesional dedicado a la música clásica y un músico profesional dedicado a la música ligera?
Seguro que hay muchas diferencias. Pero no tengo, desgraciadamente, mucha relación con músicos de música ligera, por lo que no lo puedo saber con seguridad. Pero sin duda hay algo que envidio de ellos: la comunión tan alucinante que tienen con su público. A mí me gustaría ver las salas de conciertos de música clásica a rebosar de público así de entregado y de fanático, en el mejor sentido del término.

¿Qué vamos a disfrutar en tu concierto El violín espiritual en la 34 Semana de Música Sacra de Segovia?
Este concierto será muy especial para mí por poder ofrecer un recital de violín solo en un entorno tan mágico y dado a la introspección como la Iglesia de San Juan de los Caballeros. El programa propone cuatro obras muy diferentes, pero todas ellas con un fuerte componente espiritual. En primer lugar el público podrá escuchar la Passacaglia para violín solo de Biber. Es una obra barroca verdaderamente reflexiva, que está inspirada en la eternidad del espíritu santo. Después, 'Tensió' del fantástico compositor catalán Joan Guinjoan, nos sacará de ese ambiente de serenidad para introducirnos en un mundo mucho más convulso, lleno de agitación, disonancias y cuartos de tono que de alguna manera desfiguran la materia. Acto seguido tendrá lugar el estreno absoluto de 'Canto al Cristo de los Gascones', de Miguel Bustamante. Una obra inspirada en la representación del 'Misterio del Cristo de los Gascones' que Nao d'amores escenificó, y que trata la leyenda de ese Cristo románico de brazos articulados que se encuentra en la Iglesia de San Justo de Segovia. La obra está dedicada a la ciudad de Segovia, y en ella confluyen aromas medievales y melodías de inspiración religiosa, amalgamados dentro del propio lenguaje del compositor. Y por último, interpretaré la Partita en re menor para violín solo de Bach. Una de las obras cumbre de la Historia de la Música y cuya Ciaccona final supone una sublimación de la espiritualidad en la música. Es una música que aúna componentes absolutamente humanos como el dolor y la desolación, con elementos verdaderamente trascendentales, con una luz y una paz que parecen estar escritos por alguien que ya conoce un mundo después de la muerte.


¿Puedes contarnos alguna anécdota en algún concierto? ¿Cuál es el sitio más exótico donde has actuado?
Hace muchos años toqué con mi antiguo cuarteto en un pueblo muy pequeño y una sala diminuta. El público estaba a medio metro, y parecía que no habían estado en un concierto en su vida. Hablaban en voz alta, comían pipas... ¡Parecía que estaban en un partido de fútbol! Pero el colmo fue que, al final del Cuarteto No. 3 de Shostakovich, cuando el primer violín toca un solo final lleno de desolación e impotencia, en ese momento dramático a una mujer de la primera fila le sonó el móvil a todo volumen, y no contenta con eso lo cogió y se puso a hablar a gritos como si estuviera en la plaza del pueblo. ¡Era todo tan surrealista que nos entró la risa y no pudimos parar hasta el final!

En muchas ocasiones se echa en falta la presencia de público joven en los auditorios ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué se puede hacer?
Creo que la gente joven tiene una idea de la música clásica muy equivocada por lo general. La ven como algo aburrido y encorsetado. Pero la culpa no la tienen ellos, sino nosotros por no saber hacerles ver el valor real que tiene. Si conseguimos hacerles entender aunque sea mínimamente el significado de cualquier obra de Bach, Mozart, Schubert o cualquier otro, ¡alucinarían! Pero es algo que se debe aprender desde pequeños. Por eso fomentar la educación musical en los colegios desde una edad temprana es clave. ¡Y una educación musical donde los niños hagan música ellos mismos! Si los niños cantan, bailan y tocan instrumentos desde pequeños aprenderán de verdad a amar la música, con todos los innumerables beneficios más que demostrados que ello tiene para los seres humanos. Alemania es un claro ejemplo de esto. Muchísimos niños tocan algún instrumento en el colegio desde pequeños. Luego no tienen por qué convertirse en músicos profesionales, pero te aseguro que esas personas van a cualquier concierto de música clásica y se emocionan porque entienden realmente lo que escuchan.

¿Cuáles son tus planes para el resto del 2016 y comienzos del 2017? ¿Algún concierto importante? ¿Festivales? ¿Salidas al extranjero? ¿Grabar un disco quizás?
Desde que empezó el 2016 he estado muy activo y lo seguiré estando en los próximos meses. Estoy haciendo muchos conciertos por toda España junto a la pianista Patricia Arauzo, tocaré tríos de Brahms en Salamanca, también allí tocaré como concertino-director de la Orquesta de Cámara del Conservatorio Superior con mis alumnos, y en junio tocaré el Concierto para violín, piano y orquesta de cuerda de Mendelssohn junto al Maestro Víctor Pablo Pérez y la Orquesta Infantil de la ORCAM. Además cada semana trabajo con mis alumnos en Salamanca y este verano haré varios cursos en diferentes lugares de España, lo que me hace muy feliz porque me encanta enseñar. Y alguna idea para hacer un disco tengo, pero todavía se tiene que concretar.

¿Crees que el mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy en día? ¿Cuál crees que es el futuro del músico?
No lo creo. Hoy en día se hacen discos maravillosos, pero ningún disco podrá igualar nunca la experiencia de la música en directo. Porque la música tiene su verdadero sentido en el aquí y ahora, en las condiciones acústicas concretas en las que se toca, y por la comunicación directa con el público que te está escuchando. Esa química no se puede plasmar en una grabación. Por eso, está muy bien que haya discos porque es la manera de llegar a mucha más gente. Pero los conciertos en directo deben siempre prevalecer.

¿Cuál ha sido tu  mejor momento / recuerdo en la música?
Cada vez que me he subido al escenario y me he sentido libre. Esa sensación es inigualable y es la razón principal por la que me sigo dedicando a esto.

¿Tienes alguna opinión de la actual situación económica y social de España y del mundo en general, que quieras compartir con nosotros?
Es evidente que vivimos un momento complejo en España, en Europa y en el mundo. Complejo a nivel económico, social y político. Creo que no soy la persona indicada para ofrecer soluciones a tanta complejidad. Pero sí me gustaría decir que, en mi opinión, muchas veces el germen y el motor de los conflictos nacionales e internacionales son una clara falta de empatía y fraternidad entre los individuos y entre los pueblos. En demasiadas ocasiones tendemos a despreciar al que piensa diferente, lo cual, para mí, demuestra una preocupante falta de humildad. No nos damos cuenta de que nuestra percepción de la realidad está absolutamente condicionada por nuestra educación y nuestro entorno cultural. Y sin embargo, todos queremos imponer nuestra manera de ver las cosas. Creo que el inicio de la solución a muchos conflictos estaría en mantener una actitud de verdadero respeto hacia todos los seres humanos, aunque piensen, sientan y vivan de una manera radicalmente distinta a la nuestra.


ALEJANDRO BUSTAMANTE 
Bernardo Stalman, 'Martastal', tango capricho con variación (Auditorio Nacional de Música de Madrid)


MISCELÁNEA

¿Podrías recomendarnos…

...un libro?: 
El cerebro se cambia a sí mismo, de Norman Doidge 

...una película?: 
Mar adentro, de Alejandro Amenábar

...una obra?: 
La última sonata para piano de Schubert (D.960 en si bemol mayor)

...un álbum?: 
Las Suites para violonchelo solo de Bach por Anner Bylsma 

...un solista?: 
Janine Jansen 

…una afición?:
 
Me gustan mucho los deportes y creo que tienen un gran valor educativo. He aprendido mucho de deportistas como Rafa Nadal, Pau Gasol o Mireia Belmonte. Y de entrenadores como Pep Guardiola, Marcelo Bielsa y el Cholo Simeone.

…cordero o cochinillo? (es que somos de Segovia): 
¡¡Los dos!! Y si los puedo comer en Segovia más.

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