En el primer día del I Encuentro de Cantautores, 'Gracias Porvenir', los allí presentes tuvimos la suerte de poder disfrutar de las canciones de Juan Antonio Muriel.
Cartel del I Encuentro de Cantautores 'Gracias, Porvenir'
La noche estaba fría en la Granja de San Ildefonso. Bueno, la verdad es que estaba muy fría, pero el calor de las canciones de Muriel hizo de la velada, una de esas noches de invierno que se recuerdan toda la vida.
Durante el día había estado nevando en la cercana sierra de Navacerrada, que por cierto, había dejado unos paisajes preciosos de la misma, y eso hizo que las temperaturas bajaran de 0 grados en el real sitio.
Nos costó encontrar el Centro de Cultura donde se celebraba el evento. Eso nos dió la oportunidad de disfrutar de las solitarias calles de La Granja y de la amabilidad de los pocos ciudadanos que se atrevían a salir con la que estaba cayendo, y que nos indicaron los pasos a seguir hasta encontrarlo.
En la puerta nos recibió muy amablemente Sergio, unos de los organizadores de esta fantástica idea. Antes de que empezara la música, estuvimos hablando de cómo surgió la idea y el esfuerzo de la consecución.
Y llegó Muriel acompañado de su buen amigo Javier Batanero, y otros miembros de la organización. Y entró a afinar para empezar el recital.
Sergio presentó a Muriel de manera personal recordando que había crecido con su música, que era poeta gracias a las canciones del cantautor y que era un verdadero honor que estuviera allí para tocar para nosotros.
Muriel nos ofreció un concierto intimista, lleno de poesía, buenas canciones, un toque de nostalgia y, sobre todo, buen humor.
Inició su repertorio con dos temas que no están incluídos en el recopilatorio que acaba de editar, Caminar (2011) y que él mismo ha autoproducido y donde puedes encontrar muchos de sus grandes éxitos reinterpretados para la ocasión. Este concierto forma parte de la gira que está haciendo con motivo del lanzamiento de este álbum.
Y escuchamos Cuánta ironía, El mar de la Tranquilidad (Muriel contó que siempre se ha preguntado por que ese nombre, si en la luna no hay mar), No me interesa, Lo que más me duele, No me dejes a solas, ... y por supuesto Caminar ... y cuando el público lo pidió, Princesa, tema que cantó con la letra original y no con la que Sabina interpreta esta canción, co-escrita entre los dos. El publico coreaba las canciones y, algún espontáneo, exigía con un grito la interpretación de algún tema no cantado aún.
Entre canción y canción Muriel nos contó más anéctodas, desde la grabación del disco, hasta su llegada desde su Málaga natal a Madrid. Historias graciosas ocurridas en un concierto del norte de la península, e incluso, cómo se llegó a componer Lo que más duele, a dúo con Joaquín Lera, antes de llegara Pimpinela al panorama internacional.
Antes de acabar el recital, Muriel cedió la guitarra a Javier Batanero, ex-componente de Académica Palanca y ahora con nuevo disco en solitario, y aunque solo iba a interpretar un tema, hizo dos a petición popular. En el segundo tuvo un pequeño lapsus que fue algo simpático y gracioso, que Muriel le reprendió de forma picajosa y amistosa. En la siguiente canción, Muriel, cometió el mismo error para deleite de los asistentes, que nos vimos más implicados y más cómplices de la actuación.
Momentos cercanos, que hacían que la canción fuera más nuestra al saber algo más de ella.
La música de Muriel produce una sensación de déja-vu, es evocadora y por eso contagia nostalgia. Pero nostalgia de la buena, de la que recordamos con orgullo y no con añoranza, de la acogedora.
Es un maestro de la guitarra. Solo su voz y su guitarra hacía conmovernos, trasmitía la sensación, y el mensaje que realmente quería darnos en sus letras. Letras que son poesía, de cosas cotidianas, de la calle, de gente normal,... y que manipula y fusiona, como si de una perfecta ret perfectamente con la maravillosa melodía de sus canciones.. y es que intérpretes que te puedan ofrecer todo esto en un par de horas, ya no quedan.
Acabó el concierto y Muriel recibió un largo, caluroso y merecido aplauso del público asistente. Público que llenó de calor y satisfacción el Centro de Cultura de la Granja.
Cuando salí de la Casa de la Cultura ya no hacía tanto frío. Me llevaba conmigo el calorcito de la emoción de Muriel me había trasmitido con sus canciones. Ahora entendí la presentación que hizo Sergio del cantautor y al montar en el coche me puse el disco Caminar (2011) para que ese calorcito se conservara. Cuando llegué a casa, me di cuenta que no había hecho falta dar la calefacción del coche, ni que me abrochara la cazadora.
Gracias, maestro, por esta gran velada.
Lo que más me duele (2011)
(en directo, La Granja- Segovia)
No me interesa (2011)
(en directo, La Granja- Segovia)
Princesa (2011)
(en directo, La Granja- Segovia)
Gracias, Sergio
Hola, me llamo Silvia y tengo el inmenso placer de conocer (y escuchar) a ambos, a Juan Antonio y a Javier desde hace ya muchos años. Vivo muuuuuy lejos y por eso no puede asistir al concierto, pero desde aqui os animo a seguir con iniciativas como esta. Porque en los tiempos que corren (y lo que queda por venir) se necesitan gentes que como Javier y Juan Antonio, nos calientan el alma con sus canciones.
ResponderEliminarPor cierto, bonita cronica.
Un abrazo
Silvia