LA CRÓNICA
por Patts n'Roll
El pasado jueves 12 de diciembre tuvo
lugar en la madrileña sala Costello el concierto de una de las bandas de rock más prometedoras del panorama musical de nuestro país, los Zigarros.
Ovidi y Álvaro Tormo, ex integrantes de Los Perros del Boogie son la nueva banda de Last Tour International y su primer álbum, producido por el mismísimo Carlos Raya, está siendo un éxito entre los amantes del Rock and Roll español.
Semanas antes del evento las entradas ya estaban agotadas, y es que nadie quería perderse a los hermanos Tormo en acción. Cuál fue nuestra sorpresa cuando se anunció que habría dos pases el mismo día, uno a las 17:30 y otro a las 21:30.
Nosotros fuimos al segundo.
Al llegar a la puerta de la Costello ya se intuía que algo importante estaba pasando, la gente hacia cola para poder entrar, mientras que la sala se desalojaba tras el primer pase del concierto. La sala, pequeña y estrecha, olía a cerveza y a Rock and Roll y tardó poco en llenar su aforo. Todos miramos impacientes al escenario e inevitablemente echamos un vistazo al set list pegado en el suelo, la cosa pinta bien.
Tras una pequeña espera Álvaro y Ovidi salen al escenario junto con Adrián Ribes (batería) y Nacho Tamarit (bajo) y suenan las primeras notas de Cayendo por el agujero, así tal cual, sin
anestesia. Empiezan muy fuerte, inundando la sala hasta la última fila con su energía y dejándonos a todos alucinados. El siguiente tema no podría ser otro que Hablar, hablar, hablar, single de su álbum y probablemente una de sus canciones más pegadizas y que mejor definen su proyecto. Con aires que inevitablemente nos recuerdan a Tequila, es imposible resistirse a bailar, bailar y bailar como locos al ritmo de este temazo. El ambiente empieza a calentarse, a continuación suena No
obstante lo cual, tema tributo al gran guitarrista argentino Papo.
Le siguen Desde que ya no eres mía y para relajar un poco el ambiente, Tras el cristal.
Le siguen Desde que ya no eres mía y para relajar un poco el ambiente, Tras el cristal.
A estas alturas del concierto ya nos han convencido de que saben lo que es el Rock n'Roll de verdad, directo y sin tonterías, y para demostrarlo qué mejor que un Voy a bailar, que nos recuerda a los clásicos, obligándonos a todos a mover las caderas al ritmo que nos marcan. En siguiente tema Los Zigarros nos sorprenden con un tema del mismísimo Tom Petty, You wreck me.
Todos estamos rendidos ante el derroche de energía y talento de la banda, la complicidad entre ellos casi puede palparse y su entusiasmo y ganas se notan en cada tema. Ovidi con su voz desgarradora y su aspecto canalla, se sale en su papel de frontman, a Álvaro es difícil quitarle la vista de encima, desprende talento y fuerza con cada nota de su guitarra, y Adrián y Nacho crean una perfecta base rítmica que funciona a la perfección.
La noche sigue, suena Como un puñal y a continuación Voy hacia el mar, tema que rebosa frescura y que nos hace sonreír y cantar a pleno pulmón. En las primeras filas nadie puede quedarse quieto y menos con ¿Qué harás amor?, tema al más puro estilo de M-Clan.
El tiempo se va acabando, ya van por la décima canción y sin embargo todo está pasando demasiado rápido. Llega el turno de los clásicos del blues, Los Zigarros nos sorprenden con una Versión con mucha personalidad del tema Hoochie coochie man, escrito en el 54 por Willie Dixon e interpretada originalmente por Muddy Waters.
Ovidi nos avisa de que ya va llegando el momento de la despedida, no sin antes tocar Antes que los muertos. Finalmente, con un ritmo muy AC/DC, llega el turno de Dispárame con la que consiguen volver loco al público y poner la Costello patas arriba, demostrando una vez más que tienen lo que hay que tener para triunfar.
Los chicos nos dan las gracias por haberles acompañado esta noche, y entre aplausos, silbidos y gritos se despiden y entran en el backstage. Después de hacerse de rogar unos minutos vuelven para regalarnos un par de bises, interpretando Somethin’ Else de Eddie Cochran y tocando de nuevo su single Hablar, hablar, hablar, con el que se despidieron poniendo fin a un concierto más que completo.
Los Zigarros son un soplo de aire fresco para el rock español, puede que no hagan una música novedosa ni única, pero saben como hacerlo. Nos traen un Rock n'Roll directo, crudo y sin concesiones, hecho única y exclusivamente para disfrutar y divertir. Recuperan esa esencia perdida de los viejos grupos de rock, dándole un toque muy suyo. En resumen, no hay que perderles de vista, van a dar mucho de que hablar.
por Javier Sanz (www.JaviWJ.com)
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