UN
VIAJE MUSICAL
por
Rodrigo Gutiérrez
En general casi todos los
músicos hacemos muchos viajes. Quizás la cualidad volátil de la música favorece
grandes y pequeñas distancias. Algunas de estas travesías, quedaron recogidas,
como las de Charles Burney, autor un
diario que muestra la tradición musical europea. El señor Burney fue un respetable compositor y musicólogo inglés que tuvo la
idea de formular una historia general de la música de su tiempo a través de encuentros
donde compartió las experiencias de los mejores músicos de Europa, siendo así
pionero en realizar una búsqueda documentada con fuentes de primera mano,
escuchando, entrevistando, e incluso copiando música. En sus correrías, Burney conoció la miseria de posadas en
el camino, pero también fue recibido en suntuosos palacios y agasajado por
célebres intérpretes y compositores. Burney
se centró en cuatro países: Inglaterra, Francia, Italia y Alemania. Hoy será
usted el/la viajero/a en este pequeño recorrido por la historia del oboe, desde
su introducción en la orquesta en Francia hasta las postrimerías del barroco
donde el estilo rococó tuvo su mayor efecto.
El primer músico de nuestro viaje es Pierre Philidor, figura clave a la hora de entender el desarrollo del oboe siendo su padre Jacques quien lo introdujo en la orquesta a mediados del siglo XVII.
En esta Suite o grupo de danzas, Pierre hace gala de gran precisión en la notación, incluyendo el flattement, una especie de vibrato o efecto realizado con los dedos, siendo ésta una de las pocas fuentes donde podemos encontrarlo. Charles Burney no llegó a conocer a Pierre Philidor, pero sí a miembros posteriores de su familia de músicos, una de las más importantes en Francia, junto a los Hotteterre y los Couperin. El apellido "Philidor" en realidad lo adoptaron como atributo, cuando el rey Luis XIII alabó a André Danican, comparando su pericia con la del célebre ministril italiano Filidori, momento desde el cual los Danican siempre lo acompañaron a su nombre como un honor.
El primer músico de nuestro viaje es Pierre Philidor, figura clave a la hora de entender el desarrollo del oboe siendo su padre Jacques quien lo introdujo en la orquesta a mediados del siglo XVII.
En esta Suite o grupo de danzas, Pierre hace gala de gran precisión en la notación, incluyendo el flattement, una especie de vibrato o efecto realizado con los dedos, siendo ésta una de las pocas fuentes donde podemos encontrarlo. Charles Burney no llegó a conocer a Pierre Philidor, pero sí a miembros posteriores de su familia de músicos, una de las más importantes en Francia, junto a los Hotteterre y los Couperin. El apellido "Philidor" en realidad lo adoptaron como atributo, cuando el rey Luis XIII alabó a André Danican, comparando su pericia con la del célebre ministril italiano Filidori, momento desde el cual los Danican siempre lo acompañaron a su nombre como un honor.
Y hablando de italianos, si
dejamos París para viajar a Londres, nos encontraremos con un maestro oboísta,
el señor Giuseppe Sammartini.
También perteneciente a una celebrada familia de músicos, los Sammartini, Giuseppe nació en Milán
pero pronto se traslada a Londres con su hermano menor, el también músico Giovanni Battista. Fue su padre, el
francés Alexis Saint-Martin, quien
enseñó a tocar a ambos. Tras su paso por diferentes teatros en Italia, Giuseppe viaja a Bruselas y después a Londres,
donde se convierte en el oboísta de la ópera de la ciudad y donde se instalaría
por el resto de sus días, adquiriendo fama de ser el mejor oboísta de su
tiempo. Su virtuosismo y excentricidad están claramente plasmadas en la sonata
en Sol mayor que escucharemos hoy.
Johann
Sebastian Bach fue miembro de otra gran familia de músicos y otro gran virtuoso
del órgano que no necesita presentación. Su talento como compositor es
insuperable, aunque en la época en que Burney
escribe su diario musical, la alta escuela del barroco que él representa
declinaba en favor de la música galante, estilo que Carl Philipp Emmanuel y Johann Christian, ambos hijos de Johann Sebastian, adoptaron. Burney es
consciente de la grandeza de Johann
Sebastian y así lo advierte cuando habla de sus hijos, a quienes sí llega a
conocer. Las dos obras que escucharemos de Johann
Sebastian son transcripciones de obras compuestas originalmente para otros
instrumentos, práctica que él mismo realiza con varias de sus obras,
trasladando con genialidad obras de órgano a orquesta, por poner un ejemplo.
Para terminar viajaremos con
el señor Burney hasta Alemania
donde, como en "Españoles por el mundo",
descubriremos a una pareja de hermanos famosos por su talento: los hermanos Plà. Burney alaba en sus escritos la inmaculada manera de tocar juntos,
pareciendo un solo instrumento, y el virtuosismo casi hipnótico de estos dos
hermanos catalanes que recorrieron toda Europa con sus oboes encandilando
audiencias. La sonata en Si b Mayor para oboe y bajo continuo está firmada por Joan Batista Plà, aunque era común que
compartiese la autoría de sus composiciones con su hermano Josep.
La vivacidad y la melancolía
se suceden en los dos primeros movimientos para concluir con un Allegretto lleno
de fuegos de artificio, que anticipa ya los colores sonoros del clasicismo.
Próximos conciertos:
Sábado 21 de Diciembre de 2013
Iglesia de Zamarramala, Segovia
20:00h
Domingo 22 de Diciembre 2013
Palacio de Superunda, Ávila
19:00h
Próximos conciertos:
Sábado 21 de Diciembre de 2013
Iglesia de Zamarramala, Segovia
20:00h
Domingo 22 de Diciembre 2013
Palacio de Superunda, Ávila
19:00h
LA
ENTREVISTA
¿Cómo
y por qué surge la idea de que Rodrigo
Gutiérrez y Jorge
López-Escribano se unan para hacer un dúo que intérprete música barroca
europea?
Nos
conocimos en un proyecto de música barroca española en Piedrahíta (Ávila) en
verano de 2005, y, casualmente, empezábamos a estudiar ese mismo año en los
conservatorios de Ámsterdam (Rodrigo) y La Haya (Jorge). Desde entonces
mantuvimos el contacto y hemos coincidido en varias ocasiones trabajando
profesionalmente. Siempre habíamos tenido en mente realizar algún tipo de
proyecto juntos y con este programa se ha materializado finalmente.
¿Cuántas
horas diarias se pueden llegar a dedicar al estudio de este tipo de música?
¿Cuál es el panorama actual para un músico de vuestras características?
Es
difícil contabilizar el tiempo que se invierte en nuestra profesión como
músicos. Además de las horas de estudio propiamente dicho, que suelen ser las
más intensas, provechosas y de verdadera intimidad con el instrumento, tenemos
que buscar y conseguir el material con
el que trabajamos (partituras, manuscritos, fuentes, bibliografía). Y a parte,
por supuesto, invertimos mucho tiempo en toda la logística necesaria para preparar
ensayos y conciertos (mantenimiento y transporte de los instrumentos, cañas en
el caso del oboe, emails, viajes, comunicación, alojamiento, condiciones
específicas de cada proyecto…)
El
panorama actual para los músicos especializados en Música Antigua no es muy
alentador. Las dificultades a la hora de organizar conciertos o grabar discos
son cada vez más evidentes, dada la falta de subvenciones y apoyo económico o
estructural. Sin embargo, experimentamos que el público siente una conexión
especial con la Música Antigua, una proximidad con la que otras disciplinas de
la llamada "Música Culta" no cuentan siempre. Es esta cercanía la que
nos anima a seguir disfrutando de nuestro trabajo.
En más de una ocasión oímos que el instrumento es un órgano más del músico. ¿Qué pensáis al respecto? ¿Cómo se transmite sin hablar con palabras en un concierto?
La
relación de un músico con su instrumento es siempre muy especial y la plena
dedicación puede aportar mucha satisfacción. Con ella se consigue cierta
simbiosis durante las horas de estudio, ya sea tratando de discernir una
digitación, calculando un fraseo, o pensando el adorno que más se adecua al
sentimiento propio. Una vez adquirido este dominio, compartirlo con el público
en concierto es lo que permite expresarse al músico. Cada instrumento reacciona
de un modo diferente, ya sea una voz, un oboe, un cello o un clave. Por eso es
importante conocer las cualidades y las limitaciones de cada uno, porque
necesitan combinarse con nuestros deseos como intérprete, y son el vehículo que
nos permite agradar o sorprender, o entristecer, o serenar…
¿Hay
diferencias entre un músico profesional dedicado a la música antigua y un
músico profesional dedicado a la música ligera?
La
intención del músico profesional es transmitir algo que despierte una reacción
en el oyente. La manera en que eso se logre es obviamente muy diferente, pero
el resultado que se busca es en el fondo el mismo.
¿Qué podemos disfrutar en uno de vuestros conciertos, como por ejemplo, en los próximos que vais a ofrecer el 21/12 en la Iglesia de Zamarramala en Segovia dentro del programa de Música en los Barrios 2013?
En
nuestro programa “Un Viaje Musical”, abordamos música para oboe y clave del
barroco europeo. Junto al repertorio de J.S. Bach, conocido por todos, añadimos
el de tres oboístas con familias muy musicales: Philidor, Sammartini, y Plà. Todo el concierto gira a su vez entorno
a la figura de Charles Burney, un músico inglés que ya en aquella época se
dedicó a viajar intensamente visitando los más célebres entre sus colegas de
profesión, con el fin de documentar la vida musical de la Europa del siglo
XVIII. Proponemos por eso un itinerario por la historia del oboe y el clave, y
esperamos que todos disfruten del viaje con nosotros.
¿Podéis contarnos alguna anécdota en algún concierto? ¿Cuál es el sitio más exótico donde habéis actuado?
Rodrigo: A
veces participo en conciertos para niños con una orquesta alemana y en una
ocasión dimos uno para bebés de menos de un año (y sus madres/padres o
cuidadores, claro). Fue muy curioso darse cuenta de que realmente reaccionaban
en función de lo que escuchaban. ¡Y fue patente que algunas de las obras no les
gustaban nada! Respecto al lugar más exótico, me encantó tocar con la EUBO
(Orquesta Barroca de la Unión Europea) en una escuela en Macedonia para gente
desfavorecida. Me pareció increíble constatar que haya aún zonas tan pobres
dentro de Europa. En base a su lejanía y su fauna lo más exótico sería
Australia.
Jorge:
En algunos conciertos he visto desde el escenario a algunos oyentes de la
primera fila con lágrimas en los ojos, emocionados ante lo que escuchan. Eso es
algo que nunca podré olvidar. En cuanto al sitio más exótico donde he actuado,
un antiguo hospital psiquiátrico en La Haya “transformado” en escenario de una
ópera.
En
muchas ocasiones se echa en falta la presencia de público joven en este tipo de
música ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué se puede hacer?
Desafortunadamente
la cultura musical en España no puede compararse con la de otros países como
Holanda, Francia, Alemania o Austria. A menudo tenemos miedo de tomar contacto
con lo que no conocemos y por eso hay cierta reticencia del público más joven a
acercarse a un concierto de música clásica, que parece una actividad seria y
para gente más mayor. Mejorar los planes de estudio en colegios e institutos,
donde la música como asignatura no sea una manera de completar una
programación, sino una verdadera herramienta de acercamiento del alumno a ese
arte, sería una buena manera de educar y crear un nuevo público. Pero a su vez
es importante que la gente comprenda que no hace falta saber nada para
acercarse a la música clásica en general. Basta un poco de curiosidad para
empezar, y después seguir el instinto de lo que apetece escuchar.
¿Cuáles
son vuestros planes para el resto del 2013 y comienzos del 2014? ¿Algún
concierto importante? ¿Festivales? ¿Salidas al extranjero? ¿Grabar un disco,
quizás?
Rodrigo Concluiré el año con el Oratorio de Navidad de J. S. Bach en Stuttgart, justo
antes de estos dos recitales en Segovia y Ávila. Para el 2014, mi primer
proyecto en Enero es como solista en los Conciertos de Brademburgo 1 & 2
con Concerto Köln, en Versailles y Malta. He convencido a mi madre para que venga
conmigo durante la gira. ¡Espero que se entretenga rodeada de músicos todo el
día!
Jorge: Para mí, el año profesional acaba con estos conciertos en Segovia y Ávila.
Después, unas vacaciones en compañía de la familia, a la que desafortunadamente
no tengo oportunidad de ver con mucha frecuencia. En enero de 2014 empezaré un
largo proyecto con el Ensemble Vox Luminis y Opera2day preparando la ópera “La
descente d’Orphée aux enfers” de Marc-Antoine Charpentier, que será
representada en Holanda. Además de eso, otros pequeños proyectos en Austria,
Francia y España.
¿Creéis que el
mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy
en día? ¿Cuál crees que es el futuro del músico?
La
era digital ha cambiado bastante el modo en que nos acercamos a la música, y el
acceso que tenemos hoy en día a cualquier registro que nos interese es casi
inmediato. Pero nada puede sustituir a la música en directo. Aunque se disfrute
de las conservas, hay siempre una diferencia enorme entre la comida enlatada y
la comida fresca y preparada al instante, por poner un ejemplo.
Todo
en el mundo evoluciona de una forma u otra. Pero siempre será necesario alguien
que se preocupe de crear e interpretar música de alguna manera, y el músico
tendrá que adaptarse a ella, como viene sucediendo en cualquier otro medio. Lo
preocupante es que cada vez se valore menos el trabajo "artesanal" de
los que nos dedicamos a este tipo de arte.
¿Cuál ha sido vuestro mejor momento / recuerdo en la música?
Rodrigo: Como
recuerdo, me viene a la memoria con especial cariño una clase magistral
impartida por el musicólogo y oboísta Bruce Haynes, que es sin duda una de las
personas que más ha contribuido a la recuperación del oboe barroco. Decidimos
tocar para él una preciosa triosonata de André Chéron bastante desconocida, así
que, tras interpretar el primer movimiento, esperamos sus comentarios. Pero él
estaba tan encantado con la música que nos dijo, "Por favor, no me dejéis
así. ¡No paréis, seguid!".
Jorge: Tocar “Vespro della Beata Vergine”(1610) de Claudio Monteverdi.
¿Creéis que la música antigua vuelve a estar de moda?
Weinen, klagen, Sorgen, Zagen" BWV12 J.S. Bach. Sinfonia
CORAL REYES BARTLET (2011)
MISCELÁNEA
¿Podríais recomendarnos…
...un libro?:
Rodrigo: La Historia Interminable (1979) de Michael Ende.
Jorge: Los renglones torcidos de Dios (1983) de Torcuato Luca de Tena.
...una película?:
Rodrigo: El violín Rojo (1998) de François Girard.
Jorge: Las Amistades Peligrosas (1988) de Stephen Frears.
...una canción?:
Rodrigo: There is no greater love (1962) de Jimmy Scott.
Jorge: Göttingen (1964) de Barbara.
...un álbum?:
Rodrigo: Concerti La Armonia e l´Inventione de A. Vivaldi (1995) por Alfredo Bernardini.
Jorge: Musicalische Exequien de H. Schütz (2011) por Ensemble Vox Luminis (dir. Lionel Meunier)
...un solista?:
Rodrigo: Heinz Holliger.
Jorge: Amandine Beyer.
Jorge: Amandine Beyer.
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